Capítulo 18

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|Sara empezó a despertar de ese sueño reparador, pudo sentir la calidez de su cuerpo junto a ella, abrió poco a poco sus ojos y sonrió.|

|Él al percatarse de sus movimientos también empezó a despertar, abrió sus ojos para encontrarse con ese par de ojos verdosos qué le sonreían igual como la última vez que la había visto feliz.|

—Beautiful doll Buenos días. ¿Cómo te sientes?. —le preguntó con una sonrisa alejándose despacio de ella ya que la tenía en redada en su cuerpo.—

—Me siento muy bien porque estoy aquí. —dijo lanzándose nuevamente a él, evitando que se apartara de ella—

|El la recibió con gusto enredándola nuevamente entre sus brazos pudo sentir que ya no temblaba y el tono de su piel se veía más uniforme.|

—Tuve mucho miedo. —mencionó con su voz dulce mientras que recargaba su cabeza en su pecho, sintiendo donde César acariciaba su cabello con dulzura y le depositaba varios besos en su frente—

—Puedo imaginarlo Beautiful doll quiero pedirte una disculpa ya que yo soy el único culpable de este mal momento que pasaste.

—Usted no tiene la culpa de nada, la culpa es de ese chico que está loco, ya lo había visto en otras ocasiones, hasta se había presentado conmigo con un nombre falso.

—Tranquila Sara, quiero que me digas todo lo que pasó.

|Ella se apartó un poco de él y limpió una lágrima que rodó por su mejilla y mencionó.|

—Cuando fui la primera vez al colegio ahí lo vi, se presentó conmigo diciendo que se llamaba Gerardo o no me acuerdo y que también había ido al colegio a buscar informes, después de unos días cuando salí de clases fui a comprar un helado de repente ese mismo chico estaba atrás de mí, yo le sonreí recordando quién era, me invitó el helado y después me dijo que nos volveríamos a ver muy pronto. Después pasó todo eso, lo de los balazos y la gente muerta Cuando desperté de repente estaba en una habitación desconocida, el ingresó me dijo que se llamaba Tom Kaulitz y que él me había elegido para que fuera su esposa. —mencionó haciendo pucheros a querer llorar—

|César solo apretaba la mandíbula, de la rabia que sentía por todo lo que le estaba diciendo, dándose cuenta que desde un principio él era el que los estaba vigilando y las intenciones que tenía de llevársela.|

—Ya pasó y ese hombre no se va a volver a acercar a ti, te lo prometo. —le aseguró limpiando con sus dedos pulgares las lágrimas que habían escurrido por sus mejillas—

—¿Quién era ese chico? Yo no lo conozco, me dio tanto miedo pensé que jamás volvería a su lado.

—Es un chico que no vale la pena que recuerdes, debes de mantenerte tranquila y olvidar ese mal momento, yo me voy a encargar de que tu vida vuelva a ser tranquila igual que antes.

—Gracias por rescatarme de ese tipo, gracias por estar conmigo. —dijo Sarita abrazándolo—

—No tienes nada que agradecer Sara, ahora lo importante es que te recuperes y que olvides todo eso, tienes que comer bien, descansar y tomarte el medicamento que el doctor te recetó.

—Haré todo lo que me diga porque ya quiero estar bien. ¿Vio la sorpresa que le había preparado?. —le preguntó refiriéndose a los globos y a ese letrero que con mucho amor le había hecho—

—Claro que sí Sara, es lo más hermoso que han hecho para mí, lamento no haber llegado a tiempo.

—Si llego a tiempo, usted siempre ha llegado a tiempo y por eso yo lo amo. —mencionó sonrojada, limpiando sus lágrimas con sus manos, desviando su mirada verde hacia otro punto—

The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora