Capítulo 24

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—Vamos camina... a mi jefe no le gusta estar esperando a nadie y menos a alguien como tú perro traicionero —pronunció uno de los hombres de Montiel mientras que lo jalaba para que apurar a el paso—

|Una vez que ingresaron a la parte trasera de la propiedad, lo sentaron en una silla con las manos hacia atrás y le colocaron unas esposas metálicas.|

|John se acercó hasta el y le quitó la capucha de la cabeza.|

|Miguel aclaró su mirada y observó al que estaba sentado frente a él en una silla de madera, encendiendo un cigarro.|

—¿Quién eres? —preguntó Miguel—

—Cállate... nadie te dijo que hablaras. —gritó John enojado—

—¿Quiero saber quién es este tipo y porque me trajo aquí? —exigió Miguel—

—Más respeto hacia mi señor... que no te estás refiriendo a cualquiera y agacha la cabeza. —mencionó John dándole un fuerte golpe en el rostro—

|César solo lo observaba disfrutando de su cigarro, sin decir ni una sola palabra.|

|En eso la puerta se abrió he ingresaron dos hombres, uno con el padre de Miguel que lo aventó sin remordimiento, haciendo que el hombre mayor cayera al piso, mientras que el otro hombre traía a rastras a su hermano que solo se quejaba de dolor a pesar de que ya le habían atendido las heridas que el emperador le había provocado con su arma de fuego.|

—Dame la cara cabrón... ¿dime quién diablos eres? ¿Y por qué estás haciendo esto? —gritó Miguel enojado, viendo la manera en la que estaban tratando a su familia—

|El emperador se puso de pie, tomó la silla de madera y la arrastró hacia el y se colocó en frente y se montó en ella para observarlo.|

|César no era un hombre con mucha paciencia y tampoco le gustaba demorarse en hacer las cosas, le dio una jalada a su cigarro, se aclaró la garganta y dijo...|

—A partir de hoy vas a trabajar para mí, me vas a decir todos los movimientos de los Kaulitz sobre todo lo que haga Tom. —mencionó dándole una jalada más a su cigarro—

—A mí ningún pendejo me da órdenes. —lo enfrentó—

|John se volvió acercar nuevamente hasta él y le dejó caer otro golpe fuerte en el rostro, haciéndolo sangrar.|

—Me doy cuenta que no sabes con quién estás hablando, déjame te presento a mi señor y a tu amo a partir de hoy. Aquí frente a ti está The Káiser así que trata de controlar tu lengua si no quieres que esto termine más feo de lo que terminará. —pronunció John—

|Miguel al escuchar de quién se trataba solo agachó la cabeza, dándose cuenta que la situación era más grave de lo que él había pensado, guió su mirada hacia su padre y hermano que estaban esposados y con una cinta en la boca, solo pasó saliva preocupado.|

—Espero que estés dispuesto hacer negocios conmigo. —mencionó César con una sonrisa esperando su respuesta—

—¿Dónde está mi esposa y mi hija?

—Ellas dos están muy bien, no te preocupes.

—Quiero verlas.—mencionó—

—No estás en condiciones de exigir algo. —dijo el emperador—

—Quiero saber si están bien.

—Están bien te doy mi palabra, yo no miento siempre y cuando colabores conmigo.

—¿Qué es lo que quiere? —preguntó Miguel observándolo ya con más respeto y agachando la cabeza—

—Ya te dije, vas a trabajar para mí no tienes otra opción.

The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora