Capituló 38

166 12 3
                                    

|Una vez que la mujer salió John ingresó de inmediato.|

—¿Cómo te fue? —le preguntó el hombre mayor viendo que se servía un whisky—

—Es una maldita víbora qué no le importa cualquier cosa con tal de conseguir lo que quiere. —le respondió dándole un trago a su copa—

—¿Crees que acepte entregarte a Tom Kaulitz?

—Si quiere hacer negocios conmigo va a tener que hacerlo.

—Va a ser algo complicado son hermanos aunque no lleven la misma sangre.

—Ese ya no es asunto mío, quiero la cabeza de su hermano. —le respondió César dándole un trago más a su copa—

—¿Qué vas a hacer con los Brown y con su familia?

—Los vamos a mantener aquí hasta que ella me dé una respuesta.

—El hombre raro quiere hablar contigo. — le mencionó John con una sonrisa—

—¿El hombre raro? ¿A quién te refieres?

—El hombre que cuida a la hija de la Catrina, Georg creo que se llama, exige hablar contigo y para ser sincero ya me tiene fastidiado, no deja de exigir, de gritar, de hablar y decirme una serie de cosas que en lugar de darme coraje me causan risa. —pronunció John sacándole una sonrisa ligera a César que no lograba comprender a qué se refería—

—Quiero que estén bien atendidos, voy a volver con los hermanos Brown y en un momento estoy con ustedes. —pronunció el emperador encendiendo un cigarro— 

|John salió de ahí de inmediato para atender su pedido, después de unos minutos cuando César terminó de disfrutar del sabor de la nicotina del cigarro volvió nuevamente hacia dónde tenía privados de la libertad a los hermanos Brown.|

|Cuándo llegó los encontró más tranquilos, uno de los médicos del emperador que siempre viajaba con él ya les había atendido las heridas causadas por los golpes que les había dado en su rostro, sobre todo a Frank Brown que era el que estaba un poco más lastimado.|

—Veo que los han atendido bien, cómo podrán darse cuenta no quiero lastimarlos simplemente que así se dieron las cosas, yo quiero información que ustedes tienen y por eso tuve que llegar a lastimarlos un poco, me disculpo por eso no soy un hombre violento. —dijo César con una sonrisa de burla viendo la cara enfurecida de Frank a pesar de los golpes mientras que Colin solamente lo observaba con seriedad sin decir ni una sola palabra—

—Si los Kaulitz me entregan lo que estoy pidiendo podrán irse a casa sin un rasguño más. —mencionó—

—¿Dónde está mi familia? ¿Quiero verlos? —se atrevió a preguntar Colin—

—Tu familia está bien no tienes nada de que preocuparte, tienes mi palabra y te aseguro que están bien atendidos.

—No tendría porqué creer en tu palabra si no te conozco. —le respondió—

—Perdona mi distracción lamento mucho no haberme presentado, todo esto me tiene algo tenso, mi nombre es César Montiel el emperador de México para los amigos The Káiser. —se presentó—

—Para mí eres un pendejo y un cobarde. —lo enfrentó Frank Brown nuevamente—

|El emperador al escuchar sus palabras sonrió viendo la cara del menor de los Brown enfurecido.|

—Frank cállate. —lo reprendió su hermano—

—Yo que tú le haría caso al payaso de tu hermano no estás en condiciones de ponerte altanero conmigo aunque ganas no me faltan de seguirte dando de golpes.

The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2) Where stories live. Discover now