Capituló 47

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—¿Cómo te sientes? —le preguntó César a John ingresando a su habitación—

—Ya me siento bien, ni el diablo me quiere con él. —le respondió su amigo y hombre de confianza haciendo gestos de dolor incorporándose en la cama—

—Qué susto me diste, ya deberías de retirarte ¡viejo! —le dijo con una sonrisa—

—Sí yo me retiro después quién cuida de ti. —respondió—

—Todo el tiempo he pensado que el que cuida de ti soy yo. —pronunció el emperador soltando en carcajadas junto a John a pesar de sus dolencias—

—¡Dime! ¿Logramos el objetivo? ¿Está muerto? —le preguntó John refiriéndose a Tom

—No aún sigue vivo y yo sigo con ganas de molestarlo así que le voy a mandar un recordatorio más para que no olvide que tiene un enemigo muy cerca y que lo está cazando.

—¿Qué piensas hacer?

—Darle otro susto con la persona que más le interesa.

—¿Con su mujer?

—¡Y por qué no! A él no le interesó como me sentía yo o cómo se sintió mi Sara cuando la apartó de mi lado o cuando la fue a buscar al colegio, no tendría por que tener consideraciones con él ni con su mujercita. —pronunció con rabia—

—Eso puede ser bastante peligroso.

—No tengo nada que perder en cambio el si, no me pienso tentar el corazón con el asesino de mi mujer y de mi hijo, además estoy un poco aburrido en estas dos semanas de tu recuperación me he mantenido al margen de todo después del ataque a los Brown.

—¿Mandaste atacar a los Brown? —le preguntó John sorprendido—

—Solo fue un susto no les pasó nada, sabes que sería incapaz de tocar gente inocente solo para que Itzel sepa que no soy ninguna estúpido. tengo a los Kaulitz de los huevos y eso me encanta.

—Creo que no viven en tranquilidad desde que cargan contigo como enemigo. —pronunció cuando la puerta se abrió e ingresó Ángel con una amplia sonrisa—

—Me acabo de enterar que por poco te vas al reino de los acostados ¿Qué fue lo que pasó? —mencionó dejándose caer sobre el colchón de la cama de John, sacándole un alarido de dolor—

—¿Cómo estás hijo? Me alegra verte aquí. —le preguntó César con una amplia sonrisa llevando una de sus manos hasta su cabello y se lo alborotó jugando con el, por supuesto que Ángel de inmediato le dio un manotazo para que no lo tocara—

—He tenido varios problemas con el personal que tienes a mi disposición sin contar que el pent-house ya no me gusta y dos de mis tarjetas de crédito están sobregiradas. —pronunció—

—Últimamente te estás excediendo mucho en los gastos tanto tú y tu abuela, no entiendo que le hacen al dinero. —dijo el emperador con una sonrisa esperando su reacción ya que conocía perfectamente a su hijo—

—No pensé que tuviera un límite para gastar mi fortuna, ni naciendo tres veces se acabaría. —dijo con furia—

—Claro que no tienes un límite para gastarlo en lo que quieras pero también tienes que ser un poco más consciente y maduro.—le dijo su padre—

—No vine a que me des clases de cómo debe de ser el hijo del emperador vine a solucionar ese problema.

—Pues en primer lugar toda la fortuna que dices que es tuya todavía no lo es, te recuerdo que tu padre sigue vivo mientras tanto tú seguirás dándole cuentas de tus gastos igual que tu abuela. —se atrevió a mencionar John ya fastidiado de la actitud del muchacho—

The Káiser (Reyes de la oscuridad pt2) Where stories live. Discover now