Capítulo 30

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—Escuchen bien, si arruinan esto... Me encargaré de mandarles de vuelta a Edimburgo de una patada en el trasero.

—Relajate Harry gruñón Styles, ponerle velas a un puto pastel es lo más fácil del mundo.

—¡No es un puto pastel, Luke! —el purasangre se quejó por lo alto—. Es el pastel de Louis.

—Sigue siendo un pastel. Ahora cállate... —el alfa rubió resopló—. Omega- Omega así no, está quedando mal.

—¡Cállate Luke! ¡Soy el más delicado aquí para hacer esto! Literalmente estabas apuñalando el pastel con las velas hace un momento.

—Michael, creo debería hacerlo Liam. —Harry se llevó una uña a la boca, mordiéndola nerviosamente.

—Y yo creo que deberías callarte, Harold. —Michael rodó los ojos, concentrando en lo que hacía.

—Cómo te atreves a-

—¡Shhh! ¡Está aquí!

Louis se talló un ojo mientras bostezaba sin querer, parándose frente a las personas amontonadas delante de la mesa del comedor en la cocina, quienes prestaban demasiada atención a lo que sea que estuviste sobre la mesa. Había escuchado vagamente la conversación sin prestar suficiente atención mientras salía de la habitación que una noche anterior Harry y él habían escogido, caminando directamente por el pasillo principal pues era la única que se ubicaba en la planta baja.

El joven estaba descalzo, en pijama, con el cabello desordenado y semblante de recién despertar pero, no era su culpa que todos hubieran decidido madrugar ese día. Estaba algo confundido, no serían más allá de las siete de la mañana e iba a cuestionar, pero un bostezo más le tomó desprevenido y le hizo cubrir su boca para después parpadear con suavidad.

Todos se quedaron en silencio cuando Louis apareció de repente, volteando y mirandole con ojos grandes y posturas nerviosas.

Louis parpadeó, sus ojos de recién despertar escanearon a todos sospechosamente—. ¿Buenos días...?

—Buenos días omega. —Harry murmuró, se movió delante de la mesa, cubriendo la superficie con su espalda. Jodido Luke, era todo su culpa. El pastel aún no estaba listo y él realmente quería sorprender a Louis con el.

—¿Qué están...? —Louis alzó una ceja, todavía viéndose demasiado adormilado. Nadie se movía y comenzaba a sentir una tensión rara—. ¿Están ocultando algo?

Todos negaron a la misma vez, viéndose cómicos mientras exclamaban un profundo "no" por lo alto. Bueno, Louis pensó, claramente están ocultando algo.

—¿Entonces qué es...? —cuestionó, acercándose con pies descalzos y ojos curiosos. Trató de ver detrás de Harry pero el alfa le detuvo por los hombros.

—Oh, no, omega, no es nada. —el alfa sacudió la cabeza—. Es, es... ¡Es un bicho! ¡Uno enorme! Sí, Michael encontró un bicho realmente enorme y estábamos- estábamos analizándolo —mintió nerviosamente.

Michael rodó los ojos—. Es solo un pastel.

Louis frunció el ceño, Harry miró a Michael con ojos grandes, iba a apretar su cuello.

—¿Un pastel en forma de bicho? —Louis murmuró.

—¡Listo! —la cabeza de Liam salió de detrás de todos ellos y alzó las manos, sosteniendo un enorme, enorme pastel en ellas—. ¡Pude colocar todas las velas!

Harry separó sus labios y una respiración aliviada se la escapó, mostrándole una gran sonrisa a Louis luego—. ¡Oh, realmente era un pastel! —soltó.

Luna de Sangre Where stories live. Discover now