"𝑇𝘩𝑒𝑟𝑒'𝑠 𝑡𝘩𝑖𝑛𝑔𝑠 𝐼 𝑤𝑎𝑛𝑛𝑎 𝑠𝑎𝑦 𝑡𝑜 𝑦𝑜𝑢, 𝑏𝑢𝑡 𝐼'𝑙𝑙 𝑗𝑢𝑠𝑡 𝑙𝑒𝑡 𝑦𝑜𝑢 𝑙𝑖𝑣𝑒..."
Donde Juani le consigue trabajo de maquillista a su prima mexicana en un proyecto en el cual participa con otros dos de sus mejores amig...
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(Isabella's Version)
El lugar en donde se quedarían sólo podía ser definido como precioso, pues se trataba de un dúplex con techos altos y grandes ventanales de estilo algo industrial que se encontraba en un complejo de apartamentos privado igual de espectacular.
Al parecer, Juani había abogado para que le permitieran quedarse junto con él, Matías y Enzo, pues justamente les hacía falta una persona, ya que todo el equipo que participaba en la película fue dividido en grupos de cuatro por apartamento. Si bien, aquello le preocupaba un poco ya que no quería que el nepotismo que había hacía ella fuera tan obvio, también se sentía más tranquila al pensar que no compartiría espacio con gente desconocida por completo.
Y por supuesto, la mejor parte: Enzo había traído consigo a su gata.
—Sabes que ya no la va a soltar jamás, ¿verdad? —Le murmuró Juani a Enzo mientras ambos observaban cómo Isabella sostenía a la pequeña gatita entre sus brazos y le hacía cariños entre las orejas con sus uñas.
—No veo que a Ada le moleste —respondió él, encogiéndose de hombros.
—Lo tomaré como un "no te preocupes, ya es tuya, Isa" —ella los observó a ambos con una sonrisa, tomando asiento en uno de los sofás junto a Matías.
Juani simplemente negó con la cabeza, mientras que Enzo trataba de descifrar si aquello era en serio o sólo se trataba de un chiste. Claramente, la chica no estaba bromeando en lo absoluto; adoraba a los gatos.
—No pueden culparla, es re linda. —Abogó Matías, estirando su brazo para contribuir con las caricias hacía la gatita, aunque con la mirada clavada en Isabella.
—¿Te refieres a la gata o a mi prima? —Juani lo observó con los ojos entrecerrados, a lo cual Isa respondió poniéndole mala cara.
—Obviamente habla de Ada, Caruso. —ella negó como si fuera obvio y Matías se limitó a asentir con la cabeza, imitando su expresión de obviedad.
—Bue, ambas —agregó Enzo, a lo que Juani lo observó con indignación, mientras que Isa finalmente despegaba su atención de Ada para dirigirla hacía el pelinegro, mirándolo con una ceja arqueada—. Sólo es un cumplido, tranqui.
Aquello le pareció extraño y, muy en contra de su voluntad, removió algo en su interior que hizo que sus mejillas se pusieran rojas, ya que no estaba nada acostumbrada a recibir "cumplidos" del tipo que Enzo y Matías habían comenzado a hacerle en juego. O al menos eso quería pensar, pues suponía que los chicos solo la trataban de esa manera para hacerla sentir un poco más integrada en el grupo, al final, no era como que la conocieran tanto como para interesarse en ella.
—Supongo que gracias —respondió, aun ignorando el calor de sus mejillas—. Aunque el verdadero cumplido sería que sí me regalaras a tu gata, sólo digo.
