𝐎𝐮𝐫 𝐂𝐢𝐧𝐧𝐚𝐦𝐨𝐧 𝐆𝐢𝐫𝐥 ; Enzo Vogrincic y Matías Recalt

8. Holy Ground 1

...

(Isabella's Version)

—Anda Isaaaa, no seas aburrida —insistió Marcus, tirando de su brazo como si fuera un niño pequeño—. Sólo será un rato. Además, el llamado de mañana es por la noche, así que tendremos tiempo suficiente para descansar.

Ella lo observó durante algunos segundos, negando por quinta vez ante su insistencia.

Al parecer, sus compañeros tomaron confianza con ella lo suficientemente rápido como para invitarla a por tragos una vez que finalmente acabaron de filmar todas las escenas que se tenían programadas para el primer día. Y, aunque la idea le atraía un poco porque no podía ni recordar cuando fue la última vez que salió de fiesta, sabía que no sería muy responsable de su parte.

—Sólo una hora, te lo juramos. —Secundó Mely, haciendo un pequeño puchero para tratar de convencerla.

Lo meditó una vez más, pues entre mayor era la insistencia, más grandes se volvían sus ganas de querer ir con ellos.

Mientras lo pensaba, observó como Enzo se acercaba hacía donde se encontraban, lo cual vio como una oportunidad de zafarse de la situación poniendo como pretexto que debían de volver porque seguramente él se encontraba cansado.

—¿Saben qué? Denme un segundo. —murmuró, escabulléndose entre ambos para poder encontrase con el chico unos metros más adelante y así ponerlo al tanto de su plan.

Este la recibió con una sonrisa, a lo cual ella negó inmediatamente, haciéndole señas discretas para que la borrara de su rostro, aunque él se limitó a mirarla con algo de confusión.

—¿Todo bien? —Preguntó, observando en dirección a sus nuevos amigos.

—No los veas, no sonrías, pon cara de cachorro triste —susurró—. Quieren que vaya a beber con ellos.

Enzo la observó con una ceja arqueada antes de soltarse a reír, lo cual la desconcertó.

—¡Shhh! Se supone que nos iremos a casa porque estás muy cansado. —murmuró, volteando disimuladamente para confirmar que no los estuvieran observado.

—¿Vos en serio no quieres ir? —Preguntó, colocando las manos sobre sus hombros para hacer que lo mirara.

Isabella lo dudó por un momento, pero terminó por negar.

—No sería responsable de mi parte salir a beber en mi primer día —mencionó como si fuera obvio—. Sin contar que Juani podría matarme si eso sucede.

Enzo volvió a reír, aprovechando el agarre que tenía sobre ella para girarla y hacerla caminar hacía donde se encontraban los dos chicos, expectantes por una respuesta. Isabella no sabía pensar, pero supuso que le seguiría el juego, por lo cual se preparó para mentir olímpicamente y zafarse de la situación con la ayuda del chico.

—¿Qué tal, chicos? ¿Será que puedo unirme a su plan y vamos todos?

Abrió la boca con sorpresa al escuchar aquello y trató de girarse para mirarlo, pero él se lo impidió. Los dos chicos frente a ellos se observaron con emoción antes de asentir, respondiéndole que claro que estaba más que invitado, para luego tomar sus cosas y dirigirse a la salida del set casi que dando saltos de felicidad.

—¿Por qué dijiste que sí? —Preguntó mientras volvía a ser obligada a caminar por el pelinegro.— No pensé que tú fueras de esos a los que les gusta salir a beber. 

—Porque tu boca decía que no, pero tus ojos se morían por decir que sí —se encogió de hombros—. Y bueno, me gusta salir de vez en cuando.

...

Veinte minutos después se encontraban sentados en una de las mesas privadas de un club nocturno que, según sus acompañantes, tenía un gran ambiente. Eso sin contar el hecho de que también lo habían elegido porque eran conocidos del dueño del lugar, por lo cual no habían tenido que hacer fila para entrar y tenían acceso a la zona VIP, lo que resultaba conveniente para evitar videos o fotos indeseadas de una figura pública como Enzo.

La situación le parecía hasta graciosa, pues si hace un mes le hubieran dicho que dentro de poco estaría de fiesta en España junto a uno de los actores más reconocidos del momento, quien ahora también era su amigo y compañero de trabajo, se habría reído. Y probablemente, luego habría llorado porque consideraba que ella no era del tipo de personas a las que les sucedían esas cosas.

Pero aún así, ahí estaba.

Así que decidió que era momento de dejar ir todos esos miedos e inseguridades que tanto la hacían sobrepensar las cosas y por primera vez en mucho tiempo, soltarse. Por lo que, en cuanto los tragos llegaron a la mesa, fue la primera en tomar uno y alzarlo con el propósito de brindar con los demás.

—¿Por qué vamos a brindar? —Enzo la observó expectante, al igual que sus dos nuevos amigos.

—Pues por qué más —respondió como si fuera obvio—. ¡Por los nuevos comienzos! —Exclamó con una gran sonrisa iluminándole el rostro, a lo que sus acompañantes respondieron con la misma emoción mientras chocaban sus vasos y procedían a beber el alcohol como si de agua se tratase.

"And that was the first day
And darling it was good
Never looking down
And right there where we stood
Was holy ground"

...

La música retumbaba en sus oídos sin parar mientras ella bailaba y tomaba otro chupito de la mesa para llevárselo a los labios y así beberlo todo de un sólo trago, dándole la bienvenida al ardor que acompañaba al alcohol durante el recorrido por su garganta. Luego de quién sabe cuántos shots, ya estaba comenzando a acostumbrarse a la sensación.

Marcus bailaba a su lado con la misma emoción que ella, mientras que Mely tomaba un par de videos para los cuales ellos no dudaban en posar y Enzo los miraba con cierta diversión; en especial a Isabella, de quien parecía no poder despegar los ojos.

La chica lo observó con una sonrisa, estirando la mano hacía él para animarlo a que se levantara a bailar con ella. Pareció pensarlo durante algunos segundos, pero terminó por acceder mientras aceptaba su mano y se dejaba llevar no sólo por el ritmo de la música, sino también por la pequeña castaña que era un total descontrol en aquel momento.

—¡No me dejes bebiendo sola! —Exclamó, tomando otros dos chupitos del montón para ofrecerle uno y ella quedarse el otro.

—¿Y quién te va a cuidar si yo me emborracho? —Cuestionó muy cerca de su oído para que pudiera escucharlo por sobre la música.

—¡Eso es lo de menos! —Le restó importancia, llevándose el vaso a los labios de nuevo, acción que Enzo no pudo más que imitar.

Y entonces, sin darse cuenta, ambos se encontraron tomados de las manos mientras bailaban y cantaban al ritmo de cualquiera que fuera la canción que estuviera sonando.

...

"Tonight, I'm gonna dance
For all that we've been through
But I don't wanna dance
If I'm not dancing with you"

...