"𝑇𝘩𝑒𝑟𝑒'𝑠 𝑡𝘩𝑖𝑛𝑔𝑠 𝐼 𝑤𝑎𝑛𝑛𝑎 𝑠𝑎𝑦 𝑡𝑜 𝑦𝑜𝑢, 𝑏𝑢𝑡 𝐼'𝑙𝑙 𝑗𝑢𝑠𝑡 𝑙𝑒𝑡 𝑦𝑜𝑢 𝑙𝑖𝑣𝑒..."
Donde Juani le consigue trabajo de maquillista a su prima mexicana en un proyecto en el cual participa con otros dos de sus mejores amig...
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(Isabella's Version)
Su mirada viajó hasta la pantalla de su celular, dándose cuenta de que, según el horario que le habían proporcionado al llegar al set, ya casi era hora de que alistara a Matías para que comenzara a grabar sus escenas. Todavía no tenía pensado cómo es que iba a enfrentarlo, había pasado la noche y la mañana entera dándole vueltas a la situación y aun así, sus ideas no estaban del todo claras.
Ya no se sentía molesta, al menos no por completo; quizás estaba más herida o decepcionada, aunque no precisamente por las acciones del chico, sino por descubrir aquella verdad que tantas vueltas había estado dando en su cabeza desde que comenzó con el trabajo. Ahora, finalmente había confirmado que no se merecía estar ahí, y eso era todavía más difícil de afrontar que lo que Matías hubiera hecho para ponerla en ese lugar, aunque por supuesto, la chica a la que le quitó la oportunidad de su vida tampoco salió de su mente durante las últimas horas, sin contar que, una vez más, sentía que no había llegado a donde estaba por cuenta o decisión propia.
Además, no podía evitar pensar que todo lo que había pasado junto a Matías era parte de un maquiavélico y elaborado plan. Si lo analizaba desde otra perspectiva, las cosas ya no se veían tan auténticas y especiales como estuvo creyendo durante todo ese tiempo. En el momento en el que se enteró de la verdad, las fichas del rompecabezas terminaron de encajar en su cabeza y comprendió los celos sin razón aparente y los cumplidos sobre que siempre había sido ella.
—Necesitas quitar ya esa cara de perro triste —Mely le puso las manos sobre los hombros, tomándola por sorpresa—. Estás sobrepensando mucho. ¿Qué hablamos ayer?
—¿Que la vida es muy difícil? —murmuró, tratando de bromear un poco, pero recibiendo un zape como respuesta—. Eres una agresiva.
La noche anterior, Isabella llegó hecha un desastre a la puerta del apartamento de Mely luego de la discusión que presenció y todo lo que descubrió. En ese momento, estaba furiosa tanto con Matías como con Enzo por pelear por sobre quien la había estado manipulando menos como si aquello fuera algo de lo que pudieran sentirse orgullosos; aunque, a pesar de eso, estaba todavía más molesta con Matías por las acciones que mantuvo en secreto.
Y claro, también estaba decepcionada, demasiado decepcionada de sí misma ya que no podía evitar sentirse culpable por indirectamente haber saboteado a alguien.
Su amiga ayudó bastante a calmarla y la convenció de pasar la noche con ella para que no tuviera que volver a enfrentar a sus tres compañeros, al menos hasta ese momento. Lo único que se había limitado a hacer fue avisarle a Juani que estaría con Mely y pedirle que no se preocupara, pero no respondió a ninguno de los mensajes que Matías le estuvo enviando a lo largo de la noche; se sentía un poco mal, aunque no se arrepentía demasiado.
—Ni siquiera tienen nada serio y ya te estás martirizando —su amiga negó, repitiendo las mismas palabras que le había dicho la noche anterior—. Sí, fue bastante... extremista, pero no vas a negar que lo quieres, ¿o no?
