nueve ; ¡pendeja pelotuda!

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El sonido de sus pasos resonaba en el silencioso camerino mientras Victoria salía lentamente, sintiendo el peso de la conversación aún fresco en su mente

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El sonido de sus pasos resonaba en el silencioso camerino mientras Victoria salía lentamente, sintiendo el peso de la conversación aún fresco en su mente.

A medida que avanzaba por el pasillo, el murmullo distante del set de filmación se volvía más fuerte, envolviéndola en una sensación de irrealidad. Se detuvo un momento, cerrando los ojos y respirando profundamente para intentar recuperar la compostura antes de enfrentarse al resto del equipo.

Cuando finalmente emergió en el set, se encontró con miradas de preocupación y curiosidad dirigidas hacia ella. Algunos murmullos se desvanecieron mientras Alfonsina se acercaba, su expresión seria pero comprensiva.

-Victoria, ¿estás bien? -preguntó, su tono lleno de preocupación genuina. Ella notó la mirada del director en ella, esperando una respuesta favorable, y no pudo evitar forzarse a sentirse bien. Victoria asintió con la cabeza, forzando una sonrisa que no llegaba a alcanzar sus ojos.

-Sí, estoy bien. Solo necesitaba un momento para... concentrarme. Ya estoy perfectamente bien -respondió, tratando de sonar convincente. El director la miró durante un momento más antes de asentir con la cabeza, aparentemente satisfecho con su respuesta. Alfonsina lo oyó hablar

-De acuerdo, entonces vamos a retomar desde donde lo dejamos. Todos listos para volver a sus posiciones -anunció, dirigiéndose al resto del equipo. Victoria se preparó para sumergirse nuevamente en su papel, pero una parte de ella seguía atormentada por las emociones turbulentas que había experimentado momentos antes. Aun así, se obligó a concentrarse en la tarea en cuestión, recordándose a sí misma que tenía un trabajo que hacer y un papel que interpretar.

A medida que la escena se desarrollaba ante sus ojos, Victoria se esforzó por encontrar la pasión y la energía que había perdido momentáneamente. A pesar de las distracciones persistentes en su mente, se sumergió en el personaje, dejando que las líneas del guion la guiaran a través de las emociones y los movimientos necesarios. Con cada palabra pronunciada y cada gesto ejecutado, Victoria se sintió más conectada con el personaje y la historia que estaban contando. A pesar de los desafíos que enfrentaba en su vida personal, encontró consuelo en el escapismo temporal que le ofrecía la actuación.

Cuando finalmente el director gritó: - ¡Corten! -Victoria se sintió agotada pero satisfecha. A pesar de los obstáculos que había enfrentado, había logrado completar la escena con éxito, demostrando una vez más su dedicación y profesionalismo como actriz.

Después de un breve descanso, Victoria regresó al set para continuar con las grabaciones. Aunque todavía sentía el peso de la conversación con Enzo y la revelación de su pasado, se esforzó por mantenerse enfocada en su trabajo.

A medida que avanzaba la jornada de filmación, Victoria encontró que su concentración mejoraba gradualmente. Se sumergió en su papel con renovada determinación, utilizando la intensidad de sus propias emociones para alimentar su actuación.

A medida que avanzaba la tarde, Victoria comenzó a sentirse más ligera, como si un peso hubiera sido levantado de sus hombros. Hablar con Enzo había sido difícil, pero también liberador, y se sintió imponente ante su carencia de empatía, o su frialdad al no darle una respuesta

incluso el silencio era peor que una respuesta hiriente

Después de una agotadora jornada de grabaciones que se extendió hasta el anochecer, Victoria regresó a su hotel con la esperanza de relajarse y descansar. Las luces de la ciudad brillaban en la oscuridad mientras su taxi se abría paso entre el tráfico nocturno, y ella se sentía aliviada de finalmente estar en camino hacia un merecido descanso.

Su cabeza daba vueltas incluso hasta llegar al hotel, Victoria se detuvo un momento para apreciar la majestuosidad del edificio iluminado por la noche antes de entrar en el vestíbulo. Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida al instante al notar una figura familiar de pie junto al mostrador de recepción.

Era una joven española que abrazaba a su director con cariño, con cabello rubio que caía en cascada sobre sus hombros y unos penetrantes ojos verdes que brillaban en la tenue luz del vestíbulo. Aunque Victoria no la conocía, la expresión de disgusto en el rostro de la chica la hizo sentir incómoda al instante.

Cuando Victoria vio a la chica española en el vestíbulo del hotel, una oleada de nervios la invadió. Aunque no conocía su nombre, su presencia desencadenó una corriente de recuerdos y sospechas en la mente de Victoria, y sintió un nudo de ansiedad en el estómago.

Decidió ir por el lado de la chica intentando pasar desapercibida, esperando evitar cualquier confrontación incómoda. Sin embargo, sus esperanzas fueron en vano cuando la chica la llamó con una sonrisa falsa.

-¡Victoria! -exclamó la chica, su voz llena de falsedad mientras se acercaba a paso firme.

Victoria se detuvo en seco, sintiéndose atrapada por la mirada penetrante de la chica y la tensión palpable en el aire. Trató de mantener una expresión neutral mientras respondía con cautela:

-Hola... ¿Nos conocemos? -La chica española esbozó una sonrisa aún más amplia, pero los ojos de Victoria captaron la frialdad detrás de esa fachada de cordialidad.

-Tu no a mi, pero yo si a ti -Victoria frunció el ceño, sintiéndose incluso acosada -Soy Sara Bayona, la sobrina de el director -Le regalo una sonrisa que no convencía a Victoria -Pero ya debes conocerme, ¿no es así?

Victoria sintió un escalofrío recorrer su nuca mientras Sara ladeaba la cabeza esperando una respuesta.

-Ah, si -dijo con voz tensa, intentando mantener la compostura -¿Que te trae por acá? -Pregunto intentando sonar lo más amable posible, pero el comentario que había visto esa mañana hacia su sangre hervir. Sara le lanzó una mirada significativa antes de responder con una sonrisa forzada:

-Vine a visitar a mi tío -Sonrió sarcástica -Pero eso ya lo sabías...-Victoria alzó las cejas mientras hacía una mueca -También vine a ayudarlos, a todo el cast, obvio

El tono de Sara era ominoso, y Victoria sintió un escalofrío de aprensión recorrer su espalda. Se preguntó qué había hecho para atraer la atención no deseada de esta chica y qué podría querer discutir con ella.

-No necesitábamos ayuda...-Le dio una mirada casi igual a la que Sara le estaba dando, llena de falsedad y desprecio -Pero gracias igualmente -Sara rió

-No es nada, Vicky -Victoria apretó la mandíbula, ante el descaro de llamarla como si fuesen amigas, o peor, como si le cayese bien -Nos vemos, tengo que presentarme a el resto del cast -Se despidió sacudiendo la mano, para irse finalmente. Victoria sintió una impotencia encontrarse dentro de ella, que cara dura, pensaba, mientras dejaba escapará un suspiro.

Fue prácticamente corriendo hacia su habitación, donde alfonsina se hayaba, y sorpresivamente Fran, pero la razón por la que estaba allí no le importaba

-¡Pendeja pelotuda! -Camino por la habitación, vacilando

esa chica los iba a volver locos

REPUTATION   ✶   enzo vogrincic Where stories live. Discover now