veiticuatro ; ¿dónde?

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El sol de la tarde se filtraba por las cortinas del departamento de Victoria, bañando la sala de estar con una luz cálida y acogedora. Enzo y Victoria estaban sentados en el sofá, compartiendo una tranquila conversación mientras comían unos pebetes que Victoria preparó. En un momento, Enzo se inclinó hacia Victoria con una chispa traviesa en sus ojos

—Creo que deberías empezar a hacer las maletas, Vicky —Victoria frunció el ceño, sorprendida por la solicitud repentina de Enzo.

—¿Qué? ¿Por qué debería hacer las maletas ahora? —preguntó, buscando respuestas en la expresión enigmática de Enzo. Él solo sonrió misteriosamente y respondió:

—Ya vas a ver, confiá en mí

—No, Enzo. Dale, decime porqué —Insistió Victoria

—No, no. No voy a decirte nada —Enzo hizo la señal de labios sellados, provocando que una pequeña discusión surgiera entre ellos, con Victoria insistiendo en saber más y Enzo manteniendo su secreto con habilidad. Finalmente, Victoria, entre suspiros, accedió a seguir el plan de Enzo, aunque con una mezcla de curiosidad y resignación.

—Dios, en que me metí

Después de cargar el auto con las maletas, Enzo y Victoria comenzaron su viaje sin un destino aparente, dejando atrás la familiaridad de la ciudad.

¿Me estará secuestrando? No, no digas boludeces, Victoria Gómez

A medida que avanzaban por la carretera, el paisaje cambiaba gradualmente, y Victoria observaba con creciente intriga mientras el sol se ponía en el horizonte.

—¿A dónde vamos, Enzo? —preguntó Victoria, con la mirada fija en la carretera que se extendía ante ellos —Decime porque te juro que me tiro del auto

—Es una sorpresa —respondió Enzo con una sonrisa, sin apartar la vista del camino —Y ni se te ocurra, loca

El tiempo pasó, y pronto Victoria comenzó a advertir carteles que indicaban la distancia hacia...

¿Mar del Plata?

Una ciudad que había mencionado alguna vez que le gustaría visitar. Su corazón dio un vuelco de sorpresa, pero decidió no levantar falsas expectativas hasta tener certeza. Perono fue hasta que vio un cartel gigante anunciando la entrada a la ciudad costera, que Victoria no pudo contener su emoción.

—Jodeme que estamos en Mar del Plata —exclamó, mirando a Enzo con los ojos brillantes de alegría —Estas loco, Vogrincic

—¿Vos querías vacaciones en Mardel? — preguntó Enzo con una sonrisa irónica —Acá lo tenés —Enzo asintió con una sonrisa satisfecha. —Sorpresa —dijo simplemente, saboreando el momento de anticipación y felicidad compartida.

La emoción del viaje sorpresa a Mardel llenó el aire mientras continuaban su camino hacia la costa, ansiosos por las aventuras que les esperaban en la ciudad costera.

Victoria estaba emocionada por la inesperada sorpresa de Enzo. Mientras se acercaban a Mar del Plata, su mente estaba llena de posibilidades y expectativas para su escapada. Las luces de la ciudad comenzaron a parpadear a lo lejos, creando una atmósfera mágica y acogedora.

—No puedo creer que hayas hecho algo así —exclamó Victoria, mirando por la ventana con ojos brillantes —Ojalá nunca perderte —Enzo sonrió, feliz de haber logrado sorprender a Victoria de esa manera.

—Bueno, ¿qué te parece si buscamos un lugar para almorzar y después vamos a dar un paseo por la playa? —propuso Enzo, girando hacia el centro de la ciudad.

REPUTATION   ✶   enzo vogrincic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora