REPUTATION ✶ enzo vogrincic

diecinueve ; problemas en el paraíso

Victoria siempre iba a festejar su cumpleaños lo iba a festejar como su fuera el último. Iba a haber música, amigos, familia, y tal vez algún chongo del momento.

Iban a bailar, tomar, charlar, ser felices por unas cuantas horas en alguna quinta que Victoria haya alquilado, o incluso en algún salón

Todo eso, si no estuviera pasando un momento de mierda

Victoria siempre había sido la vida de la fiesta, pero esta vez, su espíritu festivo se encontraba eclipsado por una sombra de tristeza y desilusión. Mientras Morena intentaba animarla, Victoria luchaba con sus propios demonios internos, incapaz de encontrar la alegría que solía acompañarla en su cumpleaños.

La música y la risa, que solían llenar el aire en sus celebraciones pasadas, ahora parecían distantes y huecas. Victoria anhelaba la felicidad efímera que solía encontrar en la compañía de amigos y familiares, pero su corazón herido por la decepción reciente no podía encontrar consuelo.

El recuerdo de Enzo se cernía sobre ella como una nube oscura, ensombreciendo cualquier intento de alegría.

—¡Victoria! —Lloriqueó Morena mientras se dejaba caer en el colchón al lado de Vicky —¡Tenes que festejar tu cumple! ¡No podes solo por miedo a que aparezca Enzo!

—No es por miedo, Morena. Solo...No sabría que decirle

—Exacto, miedo. —Soltó Morena. Victoria rodó los ojos, viendo como More suspiraba —Mirá, se te confesó..¿No? —Victoria asintió con indiferencia —Bueno, entonces no veo el problema, a vos te gusta ¿O no —Victoria cerró los ojos mientras negaba

—Es que...Me dijo que me amaba, y yo como una estúpida me fui corriendo —El simple recuerdo la hacía sentir llena de arrepentimiento, era todo lo que quería y se había escapado —No sabría que hacer si lo veo, ¿Que le digo? Después de todo el drama que hice con Sara me voy corriendo, no tiene sentido

—Mira, Vicky. Conociendo a Enzo sé que no se va a dar por vencido, no al menos hasta que te cuente la supuesta verdad. Pero se lo ve muy arrepentido, Victoria.

—¿Entonces...?

—¡Que si aceptas escucharlo no le va a importar nada que te hayas ido, nena! —Se mordió el labio inferior con diversión —Es obvio, Vogrincic no baja los brazos ni a palo

Morena tenía razón, Enzo no era del tipo que se rendía fácilmente. A pesar de todo lo ocurrido, Victoria sabía que debía enfrentar la situación tarde o temprano. Respiró hondo y decidió que era hora de afrontar sus miedos.

—Tenés razón, More... Si Enzo quiere hablar, entonces creo que tendría que escucharlo. Pero prometeme que vas a estar conmigo todo el tiempo, ¿dale? —Victoria miró a su amiga con determinación, buscando el apoyo que necesitaba para superar esta prueba. Morena sonrió y asintió con energía.

—Obvio, Vico. Voy a estar atrás tuyo todo el tiempo. Excepto cuando vayas al baño —Ambas rieron —Ahora, vamos a festejar tu cumpleaños como dios manda