catorce ; ese sentimiento de querer morir

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El bar estaba iluminado por una mezcla de luces tenues y neones parpadeantes, creando un ambiente íntimo y acogedor

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El bar estaba iluminado por una mezcla de luces tenues y neones parpadeantes, creando un ambiente íntimo y acogedor. El sonido de la música pulsaba en el aire, mezclándose con las risas y conversaciones animadas de los clientes. Mesas y sillas de madera ocupaban el espacio, rodeadas por paredes adornadas con carteles vintage y fotografías en blanco y negro.

Victoria y Enzo se encontraban en un rincón apartado del bar, rodeados por la energía vibrante que emanaba del lugar. Una mesa de madera desgastada los separaba del resto del mundo, brindándoles un refugio temporal donde podían sumergirse en su propia conversación.

El aroma tentador de cócteles y cerveza flotaba en el aire, mezclándose con el murmullo de la multitud. El camarero se acercó con una sonrisa amistosa, listo para tomar sus pedidos y añadir un toque más de alegría a la noche.

Victoria y Enzo se sumergieron en una conversación animada, compartiendo historias y risas como si el tiempo se hubiera detenido. Las palabras fluían con facilidad entre ellos, creando un vínculo cada vez más fuerte con cada momento que pasaban juntos.

-Yo en unos días ya voy a poder volver a Uruguay -Anunció Enzo, dejándole un gusto amargo en la boca con el simple hecho de pensar en que no se volverían a ver en mucho tiempo

-Que bueno, yo mañana voy a ver a mis papás, también a more

El rostro de Victoria se ensombreció repentinamente al recordar la presencia de Sara en el bar. Un sentimiento de frustración y molestia se apoderó de ella mientras revivía el momento en que su excompañera de trabajo se había unido a su encuentro, como una sombra que se negaba a desaparecer.

-¿Pasa algo? -preguntó Enzo, notando el cambio en el semblante de Victoria.

-Es solo que... -vaciló Victoria, tratando de encontrar las palabras adecuadas para expresar su incomodidad- La simple presencia de Sara hace que quiera irme a la mierda. No entiendo por qué siempre tiene que estar de colada en todo...Metiche

Enzo asintió comprensivo, compartiendo el sentimiento de Victoria.

-Ya te dijimos que no le des bola -Río -Mejor ignorarla antes que darle el gusto.

Victoria suspiró, agradecida por el apoyo de Enzo. Se sentía frustrada por permitir que la presencia de Sara arruinara su ánimo, pero no podía evitarlo. Cada vez que la veía, era como si un nudo se formara en su estómago, recordándole todas las razones por las que se odiaban

-Ya se, debería solo ignorarla y concentrarme en lo que realmente importa, pero... -Victoria dejó la frase en el aire, sintiendo que las palabras no eran suficientes para expresar la complejidad de sus emociones.

Enzo colocó una mano reconfortante sobre la suya, transmitiéndole su apoyo silencioso.

-No te preocupes...Andá a bailar y olvidate, la noche es una -dijo con una sonrisa cálida- Y si te molesta, ignorala como si no fuera nada... porque no lo es comparado a vos..

REPUTATION   ✶   enzo vogrincic Where stories live. Discover now