Empezar partida

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Capítulo 26: Empezar partida

Hacía mucho que Jon no organizaba una de sus famosas fiestas. Antes de ser el líder de los cena, aquellos eventos se destacaban por ser increíblemente destructivos y llenos de alcohol, sustancias ilícitas y bastante libertinaje. Inclusive, su última fiesta le costó que lo exiliaran del clan, y nunca más volviera a ver a su padre por resentimiento.

En vista de que pasaron muchos años, y Jon era una persona diferente al joven que armaba ese tipo de celebraciones; él tenía en mente una más acorde a su posición. Una que dijera «hey, confía en mí pese a que perdí un tesoro del clan», y al mismo tiempo que llevara su sello. Para eso, debía ser tremenda y al mismo tiempo refinada, el hombre conocía lo elitistas que eran los de su clan como para entregarles cualquier cosa.

«Oh, claro. Una fiesta de máscaras».

¿Qué más elitista que una fiesta de máscaras? Todos estarían ahí, portando una máscara que defina su personalidad, y al mismo tiempo, los esconda de los demás.

Las personas, sin importar que sean inmortales, se caracterizan por comportarse diferente cuando otros las ven; así que cada quien podría ser el mismo sin que nadie los distinga.

Era el plan perfecto.

Jon se encargó él mismo de elaborar la lista de invitados y separarlos en mesas específicas, él quería ver un poco de alboroto, así que posicionó la mesa de Endiracena junto a la de Beracena y puso a Álvaro al lado de Anette. Porque sí, su hermano también estaba invitado.

El hombre quería ver el infierno arder.

Entre el archivo seleccionó a todas las familias que se llevaban mal y las mezcló para que, por toda la noche, tuvieran que compartir. Luego de organizar la lista de invitados, y que ninguna persona relevante del clan se quedara fuera, Jon le pidió a su asistente que mandara a hacer las invitaciones y se las enviara a todo el mundo.

Durante los dos días anteriores a la fiesta, los del clan no paraban de hablar sobre ella. Nadie entendía por qué el líder organizaba un evento de esa índole si se suponía que estaba trabajando en recuperar la cola que le quitaron de las manos.

Todos los representantes no dudaron en aceptar, tenían que saber cuáles eran los planes del denominado lunático. Podía ser que se tratara de un movimiento de parte suya, por lo que para ellos, era un deber adivinar en qué consistía.

Alich no se quedó de brazos cruzados. La mujer se encargó de escoger el salón de eventos indicado. Este era un sitio enorme decorado con un estilo renacentista que, sin lugar a dudas, encantaría a los más elitistas de los cena.

El mismo tenía una alfombra roja de terciopelo en el centro. En las paredes blancas había ventanas enormes revestidas con cortinas doradas, y ni hablar del techo, el cual poseía una enorme lámpara lujosa fabricada con base en plata, ¡hasta tenían incrustaciones de diamantes blancos!

Al caminar a lo largo del salón, se podían distinguir apliques de cerámica en las paredes, claro. Los sillones se encontraban a un lado del lugar; hermosas piezas con terminaciones de perlas en cada uno.

Definitivamente, Alich había escogido el paraíso de los elitistas. Hasta el mismo Jon quedó sorprendido por el salón, sus ojos brillaron al ver dónde sería su fiesta; no podía esperar.

—Según nuestros informantes, Aracena hará una fiesta este sábado— le dijo Wider Filmont a su acompañante. Él era un hombre de ojos grises y cabello no tan oscuro como en su juventud, a pesar de estar en los cincuenta, mantenía un buen físico. Lo más destacable en su persona, era el bigote estilo inglés que tenía. Me atrevo a decir que nadie lo reconocería sin él.

Destino inmortalWhere stories live. Discover now