Reseña #7: Baila Conmigo (Pazzenger)

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Autora: Cata__009

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Autora: Cata__009

Reseñador: Pazzenger

Capítulos reseñados: 11 + Prefacio 

Esta vez no visité un planeta, sino una estación espacial, la cual era perfectamente identificable a la distancia debido a las luces intermitentes que irradiaban desde sus ventanas. Era notable que ahí dentro había mucho movimiento. Después de comunicarme con la torre de control y posar mi nave en la plataforma de aterrizaje, un pequeño hombrecillo me recibió apenas salí. 

Me tomó de la mano, visiblemente agitado, y me pidió encarecidamente que lo siguiera a través de un montón de pasillos, habitaciones y salones. No pude negarme, ya que el hombrecillo prácticamente me estaba arrastrando. A medida que caminábamos (o mejor dicho, corríamos) frases como «tiene que ayudarnos a parar todo este caos» «espero que con su llegada todo se solucione» o «contamos con el poder de sus recomendaciones» salían de la boca del asustado hombre. 

Alrededor de nosotros, como un mar infinito, una multitud de personas bailaban, cantaban, reían, bromeaban, hablaban y se tropezaban con nosotros. De vez en cuando alguna de estas personas interrumpía nuestra carrera para decirnos cosas como: «¿qué te parece la fiesta?» «¿y el licor? ¿qué te parece el licor?», «oh, qué coquetos todos, ¿eh?» «¿ves esa chica de allá? Creo que te está haciendo ojitos. Si no vas tú iré yo». Todos en esa estación (sin mentir) eran agraciados. Muchachas guapas, muchachos que parecían sacados de revistas de modelaje. El hombrecillo, sin soltarme la mano, me imploraba que no le hiciera caso a nadie.

—¡Están locos! ¡Usted sólo sígame!

Así fue como, después de tanta tertulia y desorden, llegamos por fin a una zona de la estación más despoblada. El hombrecillo me soltó la mano entonces, y caminando más tranquilo, me guio hacia una habitación a la que sólo se podía acceder después de insertar una tarjeta en un escáner. Dentro de la oscura habitación, sobre una mesa de cristal que más bien parecía un altar, estaba el libro por el que había viajado hasta ese lugar. Las letras blancas con el título Baila conmigo relucieron al reflejar las luces led verdosas de la habitación.

—Este es —dijo el hombrecillo— el causante de esta locura. Somos pocas las personas que no hemos sido contagiadas de la plaga de baile que provoca la lectura de sus páginas. A esta afección hemos decidido llamarle "la maldición de Madison".

—¿Y eso por qué? —pregunté, curioso.

El hombrecillo se estiró ante la mesa de cristal y tomó el libro para ofrecérmelo de un aventón.

—Véalo usted mismo —respondió.

Tenía sobre mis manos el ejemplar. Observé la portada antes de abrirlo. Lancé un suspiro.

El Reseñomicrón SEGUNDA VENIDA (Inscripciones Cerradas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora