Capitulo 5

15 1 0
                                    

Brittany bostezó y observó la piscina desde los ventanales de la planta baja. Aún era muy temprano, pero le gustaba levantarse pronto; aunque no se sentía con mucha energía, porque no había dormido nada. Se pasó la noche dando vueltas en la cama, sobresaltándose con frecuencia - probablemente por todo lo que había pasado durante el día anterior. Acarició su vientre de nuevo, incapaz de creer que todo aquello era real y que estaba ocurriendo. Sonrió, orgullosa de sí misma por encontrar la manera de hacer sus sueños realidad.

Aunque segura que su familia se escandalizaría si se enteraban. No le importaba. Estaba haciendo lo que debía hacer, y lo que creía que era correcto, y aquello era lo único que importaba. La supervivencia había sido lo más importante para ella hasta donde alcanzaba a recordar; y eso era de lo que se trataba aquello. Debía hacerlo, o tendría que abandonar sus aspiraciones; cosa que no podía permitirse.

Un sonido de pasos interrumpió su ensueño, y se giró. A pesar de esperar verle en su propia casa, se sorprendió momentáneamente.

-Buenos días- saludó Santana con una sonrisa.

Brittany dejó que su mirada vagara rápidamente por su rostro recién lavado, su vestido, sus radiantes ojos ligeramente hinchados de dormir. Aquello la hizo sonreír, y le pareció entrañable poder aprender algo acerca de Santana. Tenía los ojos hinchados por la mañana; hizo una nota mental.

Santana rió.

-Me alegra ver que estás disfrutando de tu primera mañana aquí.

Brittany se sonrojó y apartó la mirada.

-Sólo estaba...

-¿Qué tal has dormido?
Brittany hizo una mueca.

-Fatal.

Santana se mostró preocupada.
-¿Por qué? ¿Te faltaba algo? ¿Estaba la habitación demasiado fría?

-No, no. Creo que ha sido porque era un sitio nuevo, y la cama nueva y todo nuevo. Además, tenía mucho en lo que pensar.

Santana asintió con la cabeza.

-Te acostumbrarás.

-Sí.- Ella sonrió abiertamente. -Lo sé. Me alegro de estar aquí y de que estemos haciendo esto.

-Yo también- dijo Santana.

-¿Quieres desayunar?

Brittany se sentó a una mesa exterior y observó cómo la gobernanta les servía el desayuno a ambas. Una vez más, se trataba de comida extravagante; y, también una vez más, era demasiado. Odiaba pensar que se pudiese malgastar tanta comida.

-Brittany, no te he presentado a nuestras gobernantas, la señora Sue y la señora Jones. Te ayudarán en todo lo que necesites, y si tienes que ir a algún sitio, el chófer está a tu disposición. Sólo tienes que decírselo a una de las gobernantas y ellas lo prepararán todo.

-De acuerdo- dijo Brittany, un poco abrumada. -¿Cuándo estarás de vuelta?

Santana entrecerró los ojos, con la taza de café a medio camino de su boca. Brittany se puso roja como un tomate y su cuchara repiqueteó en el plato.

-Lo siento. No quería decir... ha sonado un poco extraño. Sólo quería saber...

Santana se recuperó al instante.

-No pasa nada. Nunca me habían hecho esa pregunta...- dijo, con una carcajada que hizo reír a Brittany.

-Lo siento mucho.

-No te preocupes. Ha sido una experiencia estimulante.- Se rió de nuevo.

-Háblame del programa de historia en el que estás inscrita.
Brittany se sintió agradecida por el cambio de tema y le contó algunos detalles, sorprendida de que le escuchara atentamente y le diera su opinión.
-¿De qué trata tu investigación?
Brittany suspiró, bostezó y se frotó los ojos.

La Gestante de la millonaria LopezWhere stories live. Discover now