29

283 29 19
                                    

Cuando veo a Chris salir por la puerta del hospital, me entra una sensación de nostalgia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando veo a Chris salir por la puerta del hospital, me entra una sensación de nostalgia. Pareciese que hubiese pasado más de diez años ahí dentro y quizá la comparación no sea la apropiada, pero el momento se asemeja a cuando un ladrón abandona la cárcel después de haber pasado más de la mitad de su vida allí. Tal vez esté siendo exagerado, sin embargo, es el ambiente que me envuelve esta tarde.

A medida que Ada conduce la silla de ruedas hacia donde estamos Estefano y yo, mi mente hace un recuento de los momentos gratos y no tan gratos que viví junto a mi novio en esa habitación de Oncología. Sin duda, eso quedará guardado siempre en mi corazón porque este ciclo que hoy termina, fue uno de los más inesperados y a la vez especiales. Pude acompañar la lucha de alguien contra una enfermedad tan fuerte como la leucemia. Christhoper fue muy valiente al afrontar un tratamiento de tal intensidad. No sé si yo pude haber sido capaz de soportar todo lo que él tuvo que pasar para llegar a este punto.

Han pasado exactamente cuarenta días desde que le realizaron el trasplante. Su cuerpo aceptó la nueva médula y poco a poco se va recuperando de todo el proceso, el cual ha sido demasiado fuerte porque empezó a dejar efectos secundarios desde el preciso momento en el que fue realizado.

Cuando Ada y él llegan a la camioneta, nos acercamos a saludarlo con un abrazo. Puedo notar que por encima de la mascarilla sus ojos nos sonríen, denotando la felicidad que le genera el poder regresar al fin a casa.

—He desinfectado el interior de la camioneta antes de venir —comenta Estefano, haciéndole una señal a Chris para que se sostenga de él—. Déjame ayudarte.

—Oh, gracias, pero no es necesario. Puedo hacerlo solo —ríe mi novio mientras se levanta de la silla de ruedas e ingresa a los asientos traseros de la camioneta de mi hermano—. De hecho, muchas gracias por tomarte el tiempo para recogernos.

—No es nada. Siempre estamos para apoyarnos.

Durante los primeros tres meses del alta, Christhoper continúa guardando reposo como lo hacía en el hospital. Por más que la nueva médula ya está trabajando, todavía no ha elevado sus defensas en su totalidad, lo cual tardará meses. La doctora le ha dado una lista de recomendaciones —realmente estrictas— que debe seguir para evitar cualquier tipo de infección o contagio de bacterias, virus y cosas de ese tipo. Por supuesto, él se queja en un primer momento, pero luego se convence de que todavía es muy pronto para reanudar la vida que tenía antes de la enfermedad.

Por otro lado, de la misma manera en que la vida hospitalaria de Chris llega a su fin, también sucede con mi etapa escolar. Y es que siempre digo que cuando quieres que algo tarde en terminar, acaba más rápido. Yo deseaba que estos últimos meses se pasaran muy lentos, sin embargo, ni siquiera sentí el poco tiempo que quedaba; y en un abrir y cerrar de ojos, ya me encuentro en el día de la ceremonia de graduación.

Como todo evento importante, viene de la mano con el ajetreo de los preparativos. Y es aquí donde agradezco haber nacido hombre y no tener que preocuparme por cosas como el maquillaje, el peinado y el vestido perfecto para la ocasión. A diferencia de Narel y Sigrid —quienes son las más emocionadas con todas estas cosas—, solo tengo que preocuparme por lavarme la cara y despeinar mi cabello como siempre lo hago. Eso ya se ha convertido en un estilo propio.

Solo de los dos, Christhoper © [Completa ✔️]Where stories live. Discover now