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Pestañeo un par de veces antes de volver a concentrarme en la prueba de Matemática que tengo enfrente

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Pestañeo un par de veces antes de volver a concentrarme en la prueba de Matemática que tengo enfrente. Solo me queda un ejercicio y me siento presionado a hacer el último esfuerzo antes de culminar.

—Cinco minutos y finaliza —anuncia el profesor después de echarle un vistazo rápido a su reloj de pulsera.

Suspiro en silencio y comienzo a despejar las variables.

Soy consciente de que mis problemas personales no deben afectar mi rendimiento en la escuela. Por eso, estoy aquí, haciendo frente a lo que queda del año escolar para no alterar la cadena de buenas calificaciones que he obtenido durante todos estos años. Quiero terminar invicto.

Además, siento que estas semanas he estado viviendo en modo automático. Venía a la escuela, ocupaba el escritorio, pero mi cabeza estaba en otro lado, quizá en los miles de preguntas que no han dejado de rondar mi mente. Insisto que otra habría sido la historia si no hubiese actuado de aquella forma con...

«Tengo que dejar de torturarme con eso».

Estoy tratando de darle un rumbo diferente a mi vida, trabajar en mí mismo para sentirme pleno y aprovechar las nuevas oportunidades que se me presentan. Y necesito tener las buenas energías de mi lado, pues antes de venir a la escuela, Paul me escribió para informarme que dará de alta a Nieve y podré llevármela a casa hoy mismo.

Por suerte, Estefano ha decidido apoyarme en eso. No sé cómo he logrado convencerlo para que sea cómplice del plan que tengo en mente, ya que papá no debe enterarse de que Nieve vivirá con nosotros.

Mi hermano pasa a recogerme a la escuela y me dice que hoy Sigrid tendrá clases virtuales de tejido, por lo que no tendremos su vigilancia durante las próximas tres horas.

Como de costumbre, los nervios se establecen en mi cuerpo a medida que pasan los minutos. Es una situación que puede salir mal si nos descubre papá, y eso significa terminar con mi ilusión de hacerme cargo de ella.

No quiero que otra familia la adopte. Se me encoge el corazón de tan solo pensar que podría estar expuesta a un nuevo peligro. No me la imagino otra vez vulnerable y agonizando en la camilla del quirófano. Se supone que esta es mi oportunidad y no deben quitármela sin antes haberme dejado demostrarles que puedo y soy capaz de cuidar de ella.

Primero, vamos a una tienda para mascotas a comprar todo lo necesario para establecer a Nieve: una cama, juguetes, champú, plato y un saco de comida, ya que parte de mi plan es que se quede en la pequeña casa de juegos que hay en la parte trasera de la mansión. Allí solíamos pasar las tardes mi hermano y yo cuando éramos unos niños, por lo que ahora es una zona poco concurrida y sirve como almacén.

Claro que no pienso dejarla allí de por vida. Solo será por unos días hasta que hable con papá y pueda convencerlo de que soy lo suficientemente responsable para tener una mascota bajo mi cuidado.

Solo de los dos, Christhoper © [Completa ✔️]Where stories live. Discover now