casi, pero no. Part 2.

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Enid pudo sentir el escalofrío apoderarse de todo su ser, la voz, la jodida voz era de una mujer, era lo que se trataba de repetir en su mente pero sin mucho esfuerzo.

— ¿Por donde quieres empezar?—dijo una vez mas la voz— De verdad, por eso siempre pido una lista, Endi de verdad apreció el pago pero si no me dices que hacer...—su voz fue callada en la reacción de la rubia, había despertado y con ella su capacidad y habilidad de romperle la nariz a cualquiera— ¡¿Qué carajo?! ¡¿Qué mierda te pasa?!—ahora Enid tenía frente a ella a Mittwoch, una chica pelinegra, podía jurar que era mas pequeña de altura que ella pero eso no lo podía comprobar ahora mismo con la chica tirada en el piso— ¿No eres Endi?—pregunta con una de sus manos en su nariz.

— Enid, imbécil.—Enid maldice haber quitado sus zapatos, pero igual manera patea el abdomen de la chica en el suelo— Estas arrestada, mas te vale que no te muevas o te aseguro que romperé todos tus huesos.—Enid toma su teléfono mirando como la chica la mira confundida.

— ¡Nonono! ¡Espera!—grita— Mira mira.—la chica trata de llevar sus manos hasta el bolsillo de su pantalón, Enid se alarma pero solo saca su celular, la ve teclear algo y se lo muestra antes que pulse en llamar justo en el contacto de Yoko.

— ¿Qué carajos es eso?

— Doy servicios.—empieza a decir y Enid alza una ceja— Vamos, tu sabes que servicios.—gimotea ante el dolor en su nariz, lo cierto era que no estaba rota, pero si le dolía— Una tal Endi me contacto, lo siento de verdad.

— ¿En tus servicios incluyes meterte en casas ajenas?—la morena asiente pero lloriquea al recibir otra patada justo en su entrepierna.

— Es parte del show.—lloriquea— Por favor, toma el teléfono.—le estira la mano para que lo tome y Enid parece dudarlo un poco— Es mi block, la gente hace una lista de lo que quiere que suceda y yo se lo cumplo, también hay opciones sobre si quieres que sea algo desprevenido, una cita casual o fingir que nos conocemos de toda la vida.—la morena lleva sus manos a su entrepierna con los ojos llorosos— Endi marcó la primera.

— ¿Y la opción donde las matas y las destripas después de una orgia?—pregunta Enid con desprecio, la morena vuelve su cara un poema.

— ¡¿De qué hablas?!—grita, pero recibe otra patada— Yo jamás haría algo así, jamás.—dice llorando.

— ¿Mittwoch98?—pregunta, la morena asiente colocándose en posición fetal por si a la rubia se le ocurra patearla otra vez— ¿Mercredi98?—pregunta Enid, la morena vuelve asentir.

— Esa cuenta me la borraron en la mañana, me cree otra.—llora— No sé que incumplí, todo lo del show lo manejo en el block, no lo sé.

— Te lo cerraron porqué estas en la línea de primera investigación sobre un homicidio múltiple.—la morena entreabre la boca pero no dice nada, solo vuelve a llorar— ¿Qué tienes que decir sobre eso?—Enid sabe que si la chica dice algo ahora mismo jamás le serviría en un juicio pero necesitaba preguntar.

— Yo jamás he matado a nadie, lo juro, jamás, solo hago esto para poder pagar mis estudios.—la morena realmente parecía afligida, con la cara empapada en lagrimas y sosteniendo sus piernas con sus brazos— Me ha tocado hacer cosas asquerosas, pero nunca algo como eso, lo juro.—su llanto ahora era mas fuerte. 

Enid la miro un momento antes de suspirar, no medía ni siquiera un metro sesenta, tan delgada que con una sola patada pudo llevarla al suelo, no parecía del tipo de fuerza que se necesitaba para matar a alguien de esa manera, volvió a mirar a la chica en el piso.

— ¿Cuantos años tienes?—preguntó estirando una de sus manos— ¿Por qué carajo te metes a la casa de desconocidos?—pregunta fastidiada.

— Dieciocho.—dice aun llorando pero tomando la mano de la rubia y levantándose— Necesito el dinero, de verdad lo siento mucho.—volvió a llorar y Enid no pudo evitar sentirse mal.

Wenclair One shots +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora