Wenclair One shots +21

Frotteurismo [Merlina GIP]

Merlina cargaba las interminables maletas de su madre mientras intentaba no caer del andamio de dos pisos al que se tuvo que subir, cuando terminó se sacudió toda la ropa y miro la fachada de la casa que tenía en frente, no era una mansión, pero no iba a mentir, era mucho mejor que el cuchitril donde vivían con su padre.

Su madre lo había dejado, hace apenas seis meses después de numerosos intentos por lidiar con su alcoholismo y su miseria, nunca supo ciertamente cuando su padre dejo de ser el hombre que era para convertirse en un estropajo humano; lo cierto es que se negaba a salir del hoyo en el que había caído y su madre se había cansado de soportarlo, se consiguió un nuevo novio, en una nueva ciudad y aparentemente con nuevos hijos, no estaba informada, pero al ver un auto de juguete rosa justo en la entrada lo supo, no creía que a Richard se montara en eso definitivamente.

Estaba enojada, casi demasiado como para permitirse escuchar las indicaciones de su madre justo detrás de ella mientras caminaban hacía la casa, se le hizo en algún punto grosero que Richard no fuera por ellas al aeropuerto pero ahora lo agradecía.

La puerta se abrió dejando ver al hombre con un increíble cartel de bienvenida y justo detrás una chica rubia que parecía igual de enojada que ella, tenía los brazos cruzados y miraba el piso como esperando que terminara el momento; la morena trató de mirar un poco atrás de ellos para esperar ver a la niña pequeña del juguete pero no había nadie, seguro estaba en la escuela, no le importaba mucho pero quería ahorrarse mas presentaciones mas tarde.

— Merlina, cariño, saluda a Enid.—la chica tenía el brazo estirado hacía ella, entonces la morena supo que llevaba varios segundos o minutos divagando en su mente, tomo la mano y le hizo el mejor intento de sonrisa que pudo, luego se apartó, miró a su madre esperando que esta le indique a Richard que ella quería descansar.

— ¿Por qué no van a jugar al patio? O Enid, muéstrale tu nueva consola a Merlina.—dijo Richard indicándole a la morena que pase por su lado, Merlina regresó a mirar a su madre quien le hizo un gesto para que fuera detrás de la muchacha que ya se había marchado, caminó detrás de ella dejando a su madre y a su novio atrás; la casa era mas grande de lo que se había imaginado, mientras iba caminando detrás de Enid pudo observar gran parte de la casa.

— ¿Tú hermana está en la escuela?—fue lo primero que se le ocurrió preguntar a la morena después de llegar a la habitación de la chica, la miró confundida, entonces tuvo que agregar— La del auto rosa.—dijo.

— Ah.—dijo simplemente, se acerco hasta la consola y la encendió— Era mío hasta hace unos años pero papá decidió conservarlo.—alzó los hombros y luego agregó— No tengo mas hermanos, soy solo yo.—hizo una pausa y miró a la morena— Bueno, ahora somos las dos.

— Genial, en realidad no me llevó muy bien con los niños.—dijo y se sentó en el borde de la cama de la chica, ésta hizo lo mismo y ambas cogieron un mando— ¿A qué universidad vas?

— ¿Universidad? Voy en la secundaría.—dijo riendo mientras se acomodaba el cabello— Tengo quince años.

— Perdona, pensé que eras mayor, bueno.—hace una pausa y trata de pensar las palabras adecuadas— No pareces de secundaría.

— ¿Tú vas a la universidad?

— Si, tengo diecinueve.—alzó los hombros y le prestó toda su atención a la consola, ninguna de las dos dijo nada mas, se dedicaron a jugar y luego cuando el sol se escondió decidieron que era oportuno que Merlina fuera a su habitación, Enid le indicó de lejos cual era, y luego entró de nuevo en la suya.

La morena caminó por el pasillo, pero antes de llegar a la puerta que la rubia le había indicado decidió ir por un poco de agua, caminó hasta la cocina, tomo lo que parecía un jugo de algo y se bebió la mayoría, regresó por el pasillo, abrió una de las puertas y su mandíbula casi cae al piso cuando al abrir en su zona de visión apareció su madre en cuatro frente a Richard mientras está la penetraba y sostenía su cabello en una coleta con las manos, se quedo unos segundos ahí parada hasta que Richard alzó la mirada y le sonrió levantando una de sus manos, la morena salió casi corriendo como reaccionando y cerró la puerta, caminó de regreso a la cocina y metió su cabeza en el grifo con agua, quería arrancarse los ojos por haber visto a su madre así.