Donas

3.8K 193 6
                                    

Merlina camino por quinta vez hasta su escritorio en busca de su celular, lo miro una vez mas casi impidiéndose agarrarlo pero falló, tomo el teléfono y tecleo el contacto de su novia, un timbre, luego dos, luego tres y buzón; resopló exhausta y volvió a mirar el reloj, aún no era la hora que Enid había acordado en venir, ni siquiera se acerca a serlo, pero ya llevaba demasiado tiempo fuera.

Vivian juntas hace dos años desde que iniciaron su relación, nunca se detuvieron a pensar si era demasiado rápido o demasiado lenta la forma en la que estaban llevando las cosas, nunca estuvo en discusión, Merlina trabajaba como editora de estilo en una editorial a diez minutos de casa y Enid trabajaba en una pastelería a solo cinco minutos, el horario de la rubia era mas reducido, eso le daba tiempo para que el rol que desempeñe sea mas del que esté en casa.

Nunca habían tenido problemas hasta que el turno de la rubia tuvo que cambiar, ahora no iba en las mañanas, iba después del medio día y su horario de salida era después de las cinco de la tarde, sin embargo los últimos días llegaba a las siete o casi ocho, eso molestaba a Merlina, pero no se lo daba a notar, no quería mostrarse insegura de ninguna manera; además con lo contenta que llegaba Enid contando lo que había hecho con sus nuevas amigas le hacía olvidar su enojo.

— Carajo.—resopla regresando a la sala, en el comedor estaba Tyler tomando una cerveza y cogiendo un puñado de piedras decorativas del centro de mesa para luego dejarlas caer, si Enid lo viera lo mataría por hacer eso pero Merlina no dijo nada, su amigo estaba mal, lo acaban de dejar— ¿Quieres otra?—la morena señala la botella casi vacía y el chico asiente.

— Son casi las diez.—empieza a decir Tyler mirando el reloj— Debería irme.—hace el ademán de levantarse con la botella que la morena le pone en sus manos.

— ¿No quieres quedarte un rato mas?—pregunta.

— Estoy seguro de que si tomo algo mas me volveré loco, y no quiero causarte problemas con Enid, ya sé que no le caigo muy bien.—gira los ojos.

— Si no arruinaras su decoración...—la morena arrastra las palabras mientras aparta el centro de mesa del muchacho— No vendrá hasta antes de media noche, fue a algo con sus compañeras de trabajo.

— ¿Compañeras de trabajo?—pregunta riéndose— ¿Desde cuando Enid es una personal social?

— No seas idiota, sabes que lo es, siempre se la ha dado fácil hacer amigos.

— Eso si, solo que hace tiempo no la veo ya sabes, en esas cosas.—Tyler alza los hombros— ¿Con quienes está?

— Con unas compañeras de trabajo, ya te dije, sordo.—la morena gira los ojos mientras se recarga en una silla del comedor.

— Pero, ¿Cómo se llaman?—la morena se quedo en silencio y con la boca entre abierta— Carajo, no lo sabes.—río.

— No, digo no es algo que haya salido en tema de conversación, además también cabe la posibilidad que lo haya mencionado y yo lo haya olvidado.—la morena alza los hombros quitándole importancia.

— Aún recuerdo la primera salida de Xavier en la que no dio explicación.—el chico se lleva la botella a sus labios da un gran sorbo— Recuerdo escucharlo llegar tambaleándose y despreocupado por despertarme, hacía el mayor ruido posible, le pregunté si se divirtió, claramente me dijo que no, que sin mi le daba todo igual y...—se corta un momento.

— ¿Cuando te diste cuenta que te engañaba?—pregunta despacio la morena y escucha a Tyler carcajearse.

— Creo que algo de mi lo supo esa noche, pero también algo de mi me lo ocultó hasta...—hace una pausa— Hasta que él me lo dijo, me dejó tirado como si yo fuese el que se comportó como una basura desleal, se fue, a perseguir sus sueños o alguna mierda de esas en las que incluyen un pene que no es el tuyo.

Wenclair One shots +21Where stories live. Discover now