🌹 Capítulo XX🌹

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-Permitame decirle su alteza que para saber lo necesario para entrar a la familia real se necesitan almenos 20 sesiones diarias, pero con usted haremos todo lo posible-Dijo la institutriz aquella tarde en el salón.

Todo se había vuelto un caos.

Ahora con el anuncio oficial de la boda todo se había vuelto más real y más complicado. Tenía sus clases de etiqueta donde le enseñaban los rangos y posiciones de la familia real y de los nobles, tenía que reforzar sus modales en la mesa, al caminar y al hablar, tenía que estudiar inglés que no era algo que le gustará precisamente pero tendría que tener relaciones con miembros extranjeros así que debía de practicarlo, así como el japonés, francés y español que no le había costado tanto como el Inglés.

También tenía sus clases de oratoria, clases de cultura general, incluso tuvo que conocer a cada uno de los trabajadores del castillo y de la nobleza que fue bastante agradable y respetuosos todos.

Eso sumado los preparativos de la boda que Wonyoung le ayudaba con aquello, por lo menos.

Estaba muy estresado y muy ocupado.

Eran pocos los ratos que podía descansar y tener algo de tiempo para el como practicar un poco de ballet, Yoongi le menciono que podría seguir bailando sin problemas pero debía de comenzar despacio, no podía dar un recital de 3 horas pero mínimo bailar por unos minutos y no es que ahora al tener sus obligaciones como consorte pudiera hacerlo, pero no quería dejar el ballet, era su escencia y siempre que tuviera tiempo bailaría un poco.

También leía, mucho aparte de su lectura reglamentaria que le pedía su institutriz, le gustaba pasearse por la biblioteca personal del principe heredero para robarse uno que otro libro y llevárselo a su habitación, ya que Taehyung le había dado permiso y previa autorización de pasearse por la biblioteca siempre que quisiera.

Hay Taehyung

No podía verlo tan seguido como deseaba ya que si él estaba ocupado Taehyung tenía el triple de trabajo que hacer, pero no había día en que no se vieran aunque sea unos minutos, el príncipe acomodaba sus horarios para tomar el té con el, dar un corto paseo por los jardines o charlar antes de irse a costar.

Sus tiempos al lado de su prometido eran pocos pero muy reconfortantes, por lo que estaba ansioso todo el día esperando a que el príncipe lo mandara a llamar o le escribiera un mensaje.

Era tan dulce y caballeroso.

Luego de salir de sus clases con la institutriz respiro tranquilo pues tendría la tarde libre y castillo solo al parecer, porque había una reunión importante para los miembros de la realeza al que el no estaba obligado asistir, por lo que se dispuso de realizar aquella pequeña travesura.

Patinar en el palacio real.

Talvez fuera algo descabellado, tonto e incongruente pero tiene agradables recuerdos con sus patines puesto. En su casa había muchas normas y restricciones igual que en el palacio pero menos rigurosas, cuando sus padres salían a alguna cena o a alguna reunión que sabían que tardarían demasiado, sus hermanos y el sacaban los patines de dos ruedas y se ponían a patinar por las estancias y salones del lugar.

Era una bobería, sin duda pero les daba un cierto sentimiento de libertad, de rebeldía de poder quebrantar las normas aunque sea de esa manera tonta.

Así que sonriendo JungKook se dirigió a su habitación se acercó a su armario y tomó las patines guardados hasta el fondo del mismo y se apresuró a colocarlos y amarrarlos con cautela.

No lo va a negar, tenía miedo y vergüenza pues qué dirían de él los guardias del castillo, pero si bien había entendido en sus clases de etiqueta que esos guardias no le dirían nada y no lo regañarian o le prohibirían nada pues el estaba sobre ellos en cuanto a mandos así que solo lo ayudarían o detendrían si estaba en peligro.

The different Prince (The Crown 1)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz