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Apenas estaba comenzando el embarazo y Eros la tenía en un pedestal y es que cada vez que la veía se le hinchaba el pecho de lo orgulloso que se sentía.

Y eso que aún no le habían dicho a sus padres de seguro que el abuelo le daba un micro infarto de la emoción.

Pero por ahora se concentraría en complacer a su esposa.

Cómo ahora que estaba antojado de comer en mcdonald's, así que no dudo en ir al restaurante De comida rápida más cercano.

Iba a pedir todo por ventanilla pero no. Ella quería entrar y sentarse a comer a gusto.

Nada más entrar Barbara chilló de la ansiedad.

Realmente quería una hamburguesa, una bien grande.

—Y un refresco grande también— dijo cuando Eros estaba pidiendo— ¿Que?— le dijo a la chica que los estaba atendiendo ya que la estaba mirando feo — que sea de cola por favor

—disculpe pero el señor es el que está pidiendo — dijo la cajera molesta por la intromisión de Barbara, le molestaba que no dejara hablar a ese Adonis tan sexi.

Barbara bufo.

Que estúpida, pensó Barbara.

Le dió un beso rápido a Eros en los labios y se dió la vuelta para salir de la fila, no entraría en discordia con una extraña, ella tenía a su hombre asegurado, además ¿que hace con ver y no comer?

Eros, ni cuenta se había dado de las miradas asesinas que le estaba dando la cajera a su mujer, por estar viendo los menús, pero cuando su mujer le dio el beso reacciono.

—¿A dónde vas?

— a buscar dónde sentarnos — se giró nuevamente hacia la cajera— y doble ración de papas grandes.

Se fue dejando a Eros con la cajera que tenía una sonrisa estúpida en la cara y el ni bolas le estaba parando. 

A pocas mesas diviso a sus amigos comiéndose a besos.

— que asco, estamos en una zona familiar, vayanse a un hotel.

—lo siento —dijo Kevin separándose de los labios de su chica y ésta le estaba limpiando el labios que quedó en sus labios.

—¿Puede creer que la cajera se molestó por pedir mi orden?— le dijo Barbara nada mas sentarse junto a ellos.

—yo mandé a volar a una que estaba mirando mucho a este que está aqui— Alejandra señalo con el dedo pulgar a Kevin.

— estos nueve meses van a ser un dolor de culo, ya lo veo venir un par de vacas celosas por sus toros — dijo Kevin dramatizando pellizcando el puente de la nariz.

—es la segunda vez que me dices vaca Kevin, como me vuelvas a decir así no serás el padrino de mi hija.

—vale vale — dijo moviendo sus manos en señal de paz

—espero no estés molestando a mi Barbie — dijo Eros acercándose con una bandeja marcada de hamburguesas y junto a él a un chico con otra bandeja llena de bebidas — gracias le dijo cuando dejó las bebidas en la mesa.— no entiendo porque tenemos que estar aquí pidiendo pedir a domicilio.

— no es igual, además aquí huele divino— dijo Barbara inhalando profundamente, el olor a comida la tenía salivando, realmente esperaba no convertirse en una vaca si seguía así. —mmm, rico, prueba — le dió a probar a su esposo una papa con ketchup.

Eros dió a cada quien su hamburguesa con sus respectivas bebidas y papas.

Barbara abrió la suya cuál niña pequeña,  dió un lar de mordiscos y dejo la hamburguesa en su lugar, se quedó mirando a la nada.— ay no. Fue lo que dijo antes de salir corriendo como alma que lleva el diablo en dirección a los baños.

A lo lejos alcanzo a escuchar la carcajada de Kevin y Alejandra.

Tenía antojo de una hamburguesa de McDonald's y ahora lo poco que había comido la estaba dejando en el retrete junto con su alma.

Sintió unas manos sujetar su cabello y otra acariciar su espalda y sabía que era su esposo por el olor de su perfume.

Perfume que le dió más ganas de vomitar.

Con una mano intento hacer señas para que se alejara— t.tu perfu.fume horrible— era lo que pudo decir antes de volver a meter casi por completo la cabeza dentro del escuzado.

Si así iban a ser sus nueve meses de embarazo estaba empezando a lamentarse.

Dejo de sentir a Eros junto a ella escuchar la voz de Kevin.

—toma, el agua fría te servirá. — le dió un vaso con agua fría y muchos cubitos de hielo— afuera está tu esposo impidiéndole el paso a las damas. Ven, vamos a lavarte la cara— la ayudo a levantarse y que se sentars en la tapa.

—gracias— dijo con la voz un poco ronca — quiero terminar mi hamburguesa.

Kevin solo nego y le sonrió, estaba loca si, en definitiva su amiga estaba loca.

Después de ayudarla a lavar la cara y se calmara un poco salieron del baño había una pequeña cola de mujeres esperando a entrar y Eros en puerta como un guardespaldas y con cara de pocos amigos.

Pero algo en el llamo la atención de Barbara, Eros no tenía la misma camisa que tenía al llegar ahí, tenía una camisa de McDonald's y le quedaba de lo más cómica.

Empezó a reír mientras caminaban a la mesa donde estaba Alejandra devorando las papas que quedaban en la mesa.

—es que... Dios, te ves tan comico— reía limpiándose las lágrimas que se le acumularon en sus hermosos ojos azules

—dijiste que mi perfume no te gustaba y fue lo más rápido que conseguí.

—¿Quien te consiguió esa camisa?

—la cajera enamorada— dijo Alejandra metiendo una papa en su boca

Barbara giró la cabeza como la niña del exorcista — nos vamos y esa camisa la quemas.

Ahora era Eros quien reía— ¿Es en serio? Mi Barbie está celosa.— le dió un poco en los labios

— iug no hagas eso — le dijo tapándose la boca

—esta camisa me la dió la gerente del lugar.

—toma un te de durazno, te puede servir para las náuseas — dijo Kevin uniéndose a ellos.

Esta vez no se comió la hamburguesa ya había perdido las ganas de comérsela en cambio se comió las papas que le habían quedado y luego dos raciones  más.

Desde Que Te Vi (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora