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DESDE QUE TE VÍ

—¿y mi esposa doctor? Ya tiene horas de haber entrado y nada que me dan respuesta de ella.

El doctor reviso nuevamente la tablet— ¿Si esposa es la señora Adams?

—si, dígame qué están bien, que mi esposa he hija están bien.

— lamento informarle que su esposa está en terapia intensiva.

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Eros estaba devastado y ni hablar de lo desconectado que estaba de rato su ritmo cardíaco era un desastre, su respiración... ¿Cómo se respiraba?, le dolia el pecho a ese paso estaba seguro que le sadia un infarto.

Sus ojos se cristalizaron, eso tenía que ser un chiste, uno muy malo.

—pero...¿Cómo?...— no sabía que diablos  decir tenía mil y un preguntas Pero ninguna salía de sus labios.

—ella está muy delicada también muestra signos de envenenamiento, mayor que la otra paciente, tuvimos que intervenirla quirúrgicamente, ya que tenía a causa del envenenamiento su utero tenía una bacteria que fue lo que causo que el parto se adelantara lamentable tuvimos que hacer una limpieza intensa— hizo señas para que siguieran a los asientos de la saña de espera que por cierto Eros muy poco uso, uma vez sentados siguio hablando el doctor — lamentable ella perdio un ovario.

—¿Pero porque?—pregunto Eros desconcertado y Kevin no se diga no sabía dónde tener la cabeza ni las emociones por un lado su mujer estaba bien y su bebé había nacido y sabía con toda su alma que resistiría esas veinticuatro horas. Por otro lado estaba su amiga casi hermana, que por lo que decía el doctor no era nada alentador.

— tuvimos que sacarle medio litro de pus del utero por la bacteria alojada, es un milagro que no haya perdido a la bebé antes, es una bebé muy fuerte, aún así está en incubadora, no prometo que va a estar bien pues nació baja de peso y con ciertas complicaciones.

—¿Complicaciones? ¿Que complicaciones?

—sera mejor que se prepare para lo peor, dígame. Usted señor — está vez hablo a Kevin — tambien venga conmigo para que vea a su bebe.

Ambos hombres estaban nerviosos con sentimientos encontrados por una parte estaban emocionados por conocer a sus bebés por otra estaban nerviosos y se podría decir que hasta asustados por lo que verían en sus bebés.

Kevin se estaba imaginando lo peor, alguna deformidad o si alguno de sus miembros, Pero luego recordó que en la última ecografía ya se le veían sus bracitos y piernitas, así que descartó ese mal pensamiento.

Eros era otro que pensaba en su bebé, a él no le importaba como haya nacido el solo quería que sobreviviera todo esto.

El doctor los guió a un área llena de alrededor de unas veinte incubadoras separadas con una distancia prudente de cada una, en su mayoría con un bebe dentro y una que otra enfermera monitoreandolos y en otras un par de doctores.

—coloquense esto por favor— dijo dándole unas batas quirúrgicas y unas bolsas del mismo material para los zapatos, necesarias para el área donde entrarían— es necesario usarlo ya que es un area en extremo esterilizada.— una vez cambiados como les ordeno el doctor entraron al lugares estaba todo muy silenciosos a escepcion de los bip-bip de algunas máquinas y el equipo de respiración de la mayoría de los bebés.

—por aquí , sus bebés están por esta área. — el doctor los guió a una de las esquinas más alejadas donde se encontraban dos incubadoras.

—¿Porque están tan alejados? —pregunto Kevin en nos baja.  sintiendo respeto por esas pequeñas personitas luchadoras  que se deberían entre la vida y la muerte.

—los equipos de esta área son los indicados para sus condiciones.

Eros se acercó a ellos pies se había quedado atrás observando a un bebé unido a muchos cables.

—Por aquí está su bebe— le señalo a Kevin, —Peso un kilo seiscientos muy buen peso para su tiempo, él es el más pesado del área.— Kevin se acercó a la incubadora y un jadeo se le escapó al ver a su bebé estaba tapado por únicamente un diminuto pañal podía jurar que no media ni quince centímetros o cuando mucho eso. Era realmente pequeño...—¿Dijo él? ¿Es un varón?

El doctor sonrió, y así tío con la cabeza a modo de afirmación, sabía que para en poco tiempo que tenían de gestación los bebés lo más probable era que no supieran el sexo de ellos así que ese sería un momento de alegría para las circunstancias que estaban pasando.

Kevin limpio una lágrima traicionera que bajo por su mejilla.

A la mierda todo, si quería llorar lloraría, era su hijo, santo cielos era un varón, el quería un varon.

—hola campeón, soy tu papá —dijo con la voz un poco quebrada luego de tragar saliva tratando de pasar el nudo en su garganta.— vas a salir de esta, eres muy fuerte, como tú papá — era inevitable no llorar, es que verlo así, tan frágil, le rompia el corazón, estaba cinectado a muchos cables una de ellas era una sonda de alimentación. Se olvidó de todo a su alrededor y solo se concentro en su bebé, quería que lo escuchara que sintiera que el estaba ahí, que su papá no lo dejaria solo en esta batalla.

—y usted, por aquí, su bebe está aquí. — le señalo dónde estaba el bebé. Esperando que Eros hiciera mención acerda del sexo del bebé, pero no no lo hizo.

—Es una niña muy hermosa — dijo en un susurro.

—¿Cómo sabe que es una niña?— pregunto el doctor

—lo supe desde que la concevimos además hace poco hiso mension del sexo, así que corroboro lo que ya sabia— dijo Eros con orgullo, el sabía en su corazón que su mujer estaba de una niña, por eso no dejaba de decir que lo era, aunque eso incomodara a Barbara.

El doctor dejo solos un rato a los padres para que vieran a sus bebés luego los llevaría con sus respectivas esposas.

Eros dijo su vista en la miniatura de bebé que tenía en frente.

Era una bebé muy hermosa, nadie iba a decir lo contrario a pesar de prácticamente no tener piel ya que se le podían ver las diminutas líneas de venas, una pequeña capa cubria sus ojitos, estaba conectada a un respiradero y una sonda la estaba alimentando, según el doctor peso novecientos gramos, sus pulmones aún no estaban formados aún así su ritmo cardiaco era estable para un bebe en su estado, las proximas cuarenta y ocho horas eran decisivas para la bebé.

Desde Que Te Vi (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora