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Aquel día soleado no era en particular diferente a los otros días para Min Yoongi, mientras cosía, a su lado se mantenían las dos concubinas que sonreían y se divertían en contarse los chismes más jugosos que sucedieron en el interior del palacio del emperador.. El omega parecía bastante sorprendido que los sirvientes de aquel lugar tuvieran una vida llena de drama: "Como el de una joven costurera que se agarró de los pelos con una trabajadora de la cocina por el amor del mismo hombre". El rubio solo escuchaba en silencio. Los tres lograron escuchar unos pasos, viendo como la señora Kim caminaba erguida y con un leve vaivén de caderas, su rostro era duro, un tanto altanero.

—Parece que a buenas horas de las mañanas les encanta estar divirtiendose—aquella mujer habló en una voz alta para ser escuchada.

Yoongi y las dos concubinas se giraron en dirección de la mujer, el rubio suspiró, escuchó que hace dos días fue levantado el castigo de la princesa consorte, por lo que debia andar con cuidado, después de lo que hizo ella con las cartas, supo que era la causante de parte de su dolor en las vidas pasadas.

—Saludamos con respeto a su alteza, la princesa Consorte—dijeron en coro aquel grupo de amantes.

—No había tenido la oportunidad, pero ahora que estoy de regreso, he decidido hacer una fiesta de celebración por el regreso de mi hijo—Yoongi recordó aquella fiesta, siempre sucedió en todas las vidas anteriores. Aunque esa vez, se estaba realizando más tarde. La mirada de ella se enfocó en Yoongi, el cual trató de no cruzar miradas con ellas—. Le daré una bonita sorpresa a mi hijo.

—¡Oh una fiesta, me gustan mucho!—habló Jennie con una gran sonrisa y trató de contener su emoción con su amiga. La cual solo mantenía una sonrisa en su rostro.

—Las invito a un té conmigo mañana en la tarde, no vayan a faltar. Solo...ustedes dos, el Joven Min no esta invitado.

Dicho aquello, las dos concubinas se sorprendieron ante aquel trato, viendo a la princesa alejarse con su séquito de servidores. Ellas se giraron a ver al omega, un tanto tristes al escuchar aquel desprecio hacia su parte.

—¿Cómo puede la señora ser así con usted, que es el esposo consorte de su hijo?—inquirió Jennie con un tono de voz un tanto triste.

—Estoy acostumbrado, no es algo que me moleste al respecto.

—Debe estar celosa—intervino la primera concubina—, ya que su alteza le quitó el castigo antes a usted, cuando enfermó, todos estábamos muy preocupados.

—¿Por mí?—inquirió extrañado aquel rubio por lo que la concubina Sohee comentó—, lo dices para darme ánimos...ahora que lo pienso. No he visto a la concubina Lee en todo el día.

—Oh, ella salió hace un rato al palacio principal, escuche que su alteza la mandó a llamar—agregó Sohee que dio un sorbo a su té con rapidez.

—Desde que llegó, no hay dia en que su alteza no vaya a visitarla a su palacio cada dos días, se ha convertido en su favorita.

Yoongi solo escuchaba con atención sin ninguna emoción, siempre había sido lo mismo en sus vidas pasadas, no podía sorprenderse de más.

Notó que Hani llegó a pasos apresurados y le susurró algo al oído. Min Yoongi le contempló por varios segundos, era su padre que había llegado de visita y esperaba afuera debido a la carta que mandó hace tres días atrás. Pensó que ese tipo no llegaría o rechazaria la invitación, pero estaba allí, afuera.

—Pedire que se retiren, mi padre ha venido de visita, hay algo que necesito hablar con él.

—Si, Consorte—afirmaron en coro aquellas dos mujeres, las cuales hicieron una reverencia y se retiraron.

Sukha||Taegi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora