•04| Un celo sangriento.

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Manada Kamari, Corea del Sur.

Presente día.

—¿Y bien? ¿planeas decirme qué jodidos te pasa?

El moreno se sentó en uno de los bancos que se encontraban en la barra. Era jodidamente estresante tratar de conversar en un bar, con la música a todo volumen, poca visión, borrachos a sus costados gritando como idiotas y, sobre todo, tratar de hacerlo con un Jungkook un poco pasado de copas.

—No es nada importante... —mencionó Jungkook meneando su bebida, observándola con detenimiento—... Solamente que me casaré muy pronto.

—Sí, lo sabía, estás pasado de copas —Namjoon asintió con su cabeza rápidamente, mirando seriamente al azabache—. Ya hasta dices incoherencias.

La risa seca que le regaló Jungkook no lo dejó tranquilo, mucho menos cuando le regaló aquella mirada fría, pero sobre todo con seguridad. —No estoy para bromas, no es una mentira. Y no, no estoy borracho.

Ninguno de los dos mencionó nada más, quedándose en un silencio por algunos segundos. Lo único que escuchaban era la música y a la gente cantando mientras bailaban en la pista. Algunos omegas se subían a un foro en donde se encontraba un tubo, en el que libremente podían elegir si bailar o no. Aunque eso mantenía a los y las alfas y algunos betas embobados, para Jungkook era asqueroso verlos y tratando de llamar la atención de los alfas en el lugar.

Completamente idiotas, ese era su pensamiento mientras sus ojos por instantes chocaban con aquella zona, haciendo que torciera los ojos.

—No sé qué decirte... —mencionó Namjoon tiempo después, captando la atención de Jungkook—... "¿Felicidades?" "¿Ya era tiempo?" "¿Quién es el desafortunado?"

Jungkook nuevamente rodo los ojos, negando lentamente con su cabeza mientras escuchaba la risa de su amigo. —Tal vez un "mi más sentido pésame" sea lo adecuado.

—Tienes razón... —murmuró Namjoon, haciendo que Jungkook asintiera con la cabeza—... Cuando vea a tu prometida se lo diré.

—Idiota —soltó con una suave risa el azabache, tomando un poco de su vino—. Y es prometido, no prometida.

—Ajá, ¿y?

—Y es omega.

—Ajá, ¿y?

—¿Como que "y"? —reclamó en un tono más elevado, haciendo que sus feromonas rápidamente salieran amargas—. Tu sabes que no me gustan los omegas.

—Hombre, nunca has estado con uno —Soltó con una risa, ahora siendo el quien tomara de su vaso—. Solamente con mujeres omega. La experiencia no es la misma, ¿lo sabes? Es distinto. No le encuentro lo malo a tu matrimonio. Además, ¿por qué te vas a casar con él si ahora mismo me reprochas de esto?

—Oh, cierto, es que omití la pequeña parte en la que te digo que es un matrimonio arreglado por mi ancestro, el cual nunca dijo nada y solo dejó un papel con su firma y recalcando que se cumplirá si o si —soltó el azabache. Llevó su mirada hacia su amigo, el cual no había parpadeado desde que comenzó a hablar—. ¡Oh!, y también la parte en la que es de la manada Kaida.

Namjoon suspiró, tomó su copa y se la empinó absolutamente toda en su boca, consumiendo toda la bebida. Sus dedos golpeteaban en la barra, mordiendo sus labios—. Me estás diciendo que me desaparezco de tu vida unos días... UNOS DÍAS, y ahora resulta que te casarás por un contrato que hizo tu ancestro y que si no cumples te jalará las patas en la noche, justo con la manada Kaida, ¿la manada que no puede ver tu familia ni en pintura?

Kamari Kingdom ➤ kookvWhere stories live. Discover now