Kamari Kingdom ➤ kookv

•09| Soo-Hoo.

TAEHYUNG.

Después de la corta llamada que me regaló Seokjin, el alfa que conocí en el hotel Luna me dirigí hacia allá, recibiendo una respuesta a la llamada con "Lo veo en su habitación para charlar". Fue todo lo que recibí cuando contesté la llamada, colgando al instante.

No iba a mentir, tenía intriga por lo que planeaba decirme. Aunque siendo sincero, estoy más que seguro que su respuesta será un "si" a mi propuesta, de ser lo contrario, ni si quiera hubiera marcado.

En cuanto llegué saludé a recepción, yendo directamente a mi habitación en el hotel. Pude notar desde la entrada el olor al alfa, por lo que al abrirla agudicé mis sentidos y calmé a mi lobo de querer matar a cualquiera que estuviera en mi territorio.

Y ahí estaba el sentado en una esquina de la cama, jugando con sus manos como todo un niño. Podía olfatear sus feromonas que expulsaban nerviosismo y sobre todo miedo. Me relajé, tratando de no parecer tan mala persona para no asustarlo más de lo que ya se encontraba.

—He venido en cuanto me marcaste —comencé a hablar, viendo cómo asentía con su cabeza—. ¿Y bien?

Hubo un pequeño silencio, en el que él se dispuso a ver su regazo mientras lamía sus labios. Parecía pensar en su respuesta una y otra vez; tal vez no podía leer su mente, pero podía adivinar que en segundos era un Sí, y en segundos era un No.

—Mi trabajo aquí es espectacular...—comenzó a contar con voz baja—...pero no es a lo que aspiro.

Mis cejas se levantaron en ese instante, cruzando mis brazos en mi pecho.

—¿A qué aspiras, entonces?

—A más —respondió—. La paga es horrible, aunque sea un hotel de primera clase, y tengo un hermano pequeño al qué cuidar y mantener por mi cuenta... no es la vida que quiero.

Y ahí estaba. Siempre los humanos viendo por el bienestar de alguien más, y por ende, tomando decisiones que, probablemente, sean las equivocadas.

—¿Estás seguro de esto? —él me miró con confusión, haciendo que soltara una risa nasal—. Sabes que no soy de Kamari, sino de Kaida, una manada que no es muy bienvenida en tu cuidad. Si te vas conmigo, significa que estarás poniendo a mi antes que a tu hogar. Además, no solo es ayudarme con la manda, sino al negocio de mafia y drogas que pasamos, ¿Estás consciente de eso?

Seokjin pareció hacer una mueca, y pude ver un destello de arrepentimiento en sus ojos. Era sumamente normal esa reacción, porque yo quería verla en él; no cualquier persona está lista para tanto trabajo, y aunque la paga es muy buena, lo que ves, escuchas y haces no suele ser muy digno de admirar.

—Lo único que quiero y le pido es sacar a mi hermano de Kamari.

Mi ceño se frunció, colocando un gesto de suma sorpresa e intriga. ¿Sacar a su hermano de la manada más poderosa y grande de Corea del Sur?

—¿Cuál es el motivo para sacar a tu hermano de un lugar con protección para pasarlo a uno que probablemente no lo sea tanto como Kamari?

—Hay cosas que no sabe de Kamari, señor —su rostro pareció volverse duro, así como sus facciones tornarse serias. Sus feromonas que antes expulsaban nerviosismo, ahora parecían agrias e inconformes

No quise preguntar más, no era ni el lugar ni el momento para hacerlo. Al parecer este tema era muy delicado y personal para el alfa, por lo que lo haría en otra ocasión. Simplemente asentí hacia su respuesta, estando de acuerdo en ayudarlo.

—Bien... —suspiré—...también llevaremos a tu hermano. Ahora, levántate y ve por tus cosas, nos vamos en unas horas.

—E-espere, ¿Tan pronto? —se paró de su asiento, viendo cómo caminaba hacia mi maleta a un costado de mi cama.