🦋 Capítulo 12

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Valentín miró el rostro de Elías iluminado por la luz grisácea del amanecer en perfecta calma y supo lo que debía hacer. Salió de la cama sin despertarlo, se vistió, dejó una nota, tomó su billetera y fue en busca de un taxi.

Fue fácil llegar a la comisaría, que lo dejaran ver a Bustamante fue más complicado. Tuvo que esperar casi una hora hasta que lo dejaron entrar y no fue sino hasta cerca del mediodía que por fin le permitieron ver la cara del imbécil.

Lo dirigieron a la misma oficina del día anterior. Bustamante estaba bebiendo café cuando Valentín entró y se le quedó mirando.

—¿Apenas entró a trabajar? —preguntó incrédulo y molesto al notar que el hombre iba recién bañado y afeitado.

—Creí que a estas horas ya irías a medio camino de regreso a tu casa.

—Tengo una propuesta para usted.

Bustamante lo recorrió en silencio.

—No eres mi tipo, muchacho. Los prefiero más grandes y rudos.

—¿Qué? ¡No me refiero a eso! Espere... ¡oh por dios! No me diga que usted y ese homofóbico de pacotilla son...

—¿Quién es el homofóbico de pacotilla? —interrumpió Ortiz entrando a la oficina en ese instante—. Así que es verdad. No me lo podía creer cuando dijeron que habías regresado. Mira que tienes más agallas que tus tíos, cabrón, te voy a dar ese punto.

Valentín lo miró pasmado, luego a Bustamante. Negó con la cabeza y sentenció:

—Qué mal gusto tiene.

Bustamante se encogió se hombros restando importancia al asunto. Ortiz le sonrió con sorna y Valentín se preguntó si la rudeza y los insultos eran solo una fachada. Eso no hacia de ninguno de ellos personas más agradables, pero aun así pensó que le gustaría saber la verdad. Al final decidió que no era de su incumbencia si Ortiz era muy buen actor o solo un gay de closet reprimido.

—No voy a irme. Pero tampoco quiero que lastimen a Elías o a cualquier otra persona que decida ayudarme —explicó tras un momento—. Así que he decidido que serán ustedes quienes me ayuden. Tengo dinero suficiente para pagarles si eso es lo que quieren. Y si no los convence entonces qué tal esto; si me ayudan a descubrir quién es el asesino, dejaré que ustedes se queden con todo el crédito. Solo piénsenlo: "policías resuelven homicidio en pequeña localidad" y una nota en donde hablaré de lo agradecido que estoy, de que son los héroes que buscaba, etcétera, etcétera.

Ortiz ni siquiera dejó que Valentín terminara de hablar cuando ya estaba riendo a carcajadas. Se acercó a él para palmear su espalda con más fuerza de la necesaria, su rostro estaba rojo por todo el esfuerzo que estaba haciendo mientras reía.

—¡Me agrada este cabrón, es un idiota pero tiene espíritu!

A diferencia de Ortiz, Bustamante no se veía para nada divertido y en cambio parecía bastante fastidiado.

—¿Qué te hace creer que voy a acceder a tu estúpida propuesta?

—Lo estuve pensando mucho ayer y creo saber por qué quieren que me vaya. Ustedes son de Aguadulce, lo sé porque conocen a Elías, a Martina, a mi mamá y seguro al resto del pueblo igual. Están familiarizados con todos ellos porque ustedes nacieron, se criaron y vivieron ahí. Creo que tratan de protegerlos porque son personas con las que crecieron, pero Rafaela Gutierrez también era parte de Aguadulce y merece que busquen justicia para ella.

Bustamante y Ortiz se quedaron muy quietos.

—¿Rafaela Gutierrez?

—Ella es quien se encuentra enterrada en la propiedad de mi familia.

Besando Tumbas || #ONC2024Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin