Capítulo 22.

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Valerie Haynes.

Eran las 5 pm y en todo el día no había hablado con Bryce por lo que decidí llamarlo de nuevo.

—Hola, bebé— sonreí —Te extraño mucho, se que suena tonto pero un día sin hablar, salir contigo y o verte no está bien. Por favor llámame o mensajeame. Te amo— finalicé la llamada y dejé el celular en la cama.

Salí de mi habitación y bajé hasta la sala. Mis padres estaban en el sofá abrazados viendo alguna película. Me senté a lado de mi mamá y coloqué mi cabeza sobre su hombro.

—¿Qué ocurre, princesa?

—Nada— sonreí mientras la miraba.

—¿Estas así por tu novio?— preguntó mi papá.

—No. Todo con él está bien.

—Es lindo chico.

—¿Qué?— preguntó mi padre entre risas sin embargo lo ignoré y me concentre en lo que mi madre había admitido.

—¿Lo dices en serio?

—Pues hablé con él ayer y es un lindo chico.

—Es un mujeriego, adicto, vándalo y— lo interrumpí totalmente molesta.

—¡Tu ni siquiera lo has tratado!

—Tal vez hoy lo esperé a las 5 am para conversar.

—Entiendo que llegará tarde y todo eso, no está bien visto que me dejara en casa tan tarde pero fue mi culpa. Fue una fiesta con mis amigos, me entretuve demás.

—No me importa, en esta casa hay un horario. Un toque de queda.

—¡Por Dios!— reí mientras me levantaba del sofá.

—¿Es qué ahora nos vamos a estar peleando por todo?— preguntó mi madre alzando ambos brazos.

—Claramente es culpa de la basura de novio que tienes— me dijo.

—Claro— me crucé de brazos y reí.

—Sabes que es verdad.

—Si, papá. Es todo mi culpa, disculpame.

Subí las escaleras y volví a mi habitación deseando no haber salido de ella.

Revisé mi celular; no había nada.

—¿Qué pasa contigo, Bryce?

Encendí mi estéreo y puse algo de música para luego tirarme en la cama y matar el tiempo.

Pasaron varias horas, llenas de aburrimiento y soledad.

Eran las 10 de la noche, estaba en la tina recostada mientras escuchaba música y jugaba con la espuma.

Mi canción se interrumpió y mi tono de llamada sonó. Limpié mi mano rápidamente con la toalla y luego respondí.

—¿Bueno?— una respiración agitada sonaba del otro lado de la línea —¿Quién es?

Se escuchó un sollozo y luego la llamada fue finalizada.

Miré el número. No lo reconocía pero volví a llamar.

La llamada comenzó luego de que la persona del otro lado me respondió.

—Val...— Bryce musitó.

—¿En dónde estas?— pregunté bajo mientras me levantaba de la tina —¿Estas bien?— hice otra pregunta luego de ponerme mi bata.

—No.

—¿Qué ha pasado?

—Hice algo malo- su respiración estaba agitada.

—Tranquilizate, cariño.

—No puedo, Val. Las cosas están mal.

—¿En dónde estas?

—¡O'Connor, date prisa!— le gritaron en el fondo.

—Debo colgar— supe que comenzó a correr por como su voz se escucho y yo solo asentí aunque supiera que él no podía verme —Te amo, ¿si?

—Sí.

La llamada se finalizó y volví a mi habitación. Me vestí y me senté en la cama con el celular en mano.

Llamé varias veces al mismo número de hace rato sin embargo Bryce ya no respondió.

She Saves MeWhere stories live. Discover now