Capítulo 9: El momento perfecto

1.8K 96 4
                                    

Rachel

Mamá y yo estábamos en el hospital. Quinn había comenzado a trabajar como secretaria del alcalde (mamá le consiguió el trabajo), por lo que venía a hacerle compañía para que no se sintiera sola.

Me fui a comprar algo para comer a la cafetería y debido a que Beth esta en cuidados intensivos, a la vuelta me perdí y comencé a caminar por todo el hospital, observando mi alrededor. Llegó un momento en que una enfermera salió de una habitación con unas cosas en sus manos, tantas que se les cayeron y me detuve a ayudarla. Luego de que me agradeció, la vi salir y limpiarse unas lágrimas. Miré a la habitación, totalmente llena de curiosidad y quedé petrificada al ver que eran niños. Niños con cáncer. ¡Oh, diablos! Estaban todos callados y parecían aburridos. Debe ser muy difícil estar en esa situación. Estar enfermo, no poder hacer nada por estar entre esas paredes. Al menos Beth nos tenía a todos nosotros que la divertíamos.

Me quedé quieta y pensativa un segundo. ¿Qué pasaría si con los chicos del Glee Club les damos diversión? Eso da ánimos para mejorar y estoy segura de que los chicos aceptarán. Y quiero hacer que Quinn se sienta orgullosa de mí.

Salí de allí y luego de pedir ayuda de un doctor que pasaba por ahí me indicó el camino hasta la sección donde esta Beth. Al entrar a la sala, Shelby miraba a Beth dormir y acariciaba su pelo con una media sonrisa. Me miró y le conté mi idea, al instante dijo que era genial. Contrató a alguien para que se quede con Beth mañana, así puede ir a dar clases y dijo que me ayudaría a presentar mi idea a los chicos.

Esa tarde no pude estar con Quinn, ella tan solo me llamo por teléfono y hablamos durante tres horas hasta que me dijo que se iba al hospital para pasar la noche allí.

Eso me preocupó, no es bueno que duerma en un hospital, pero es el único momento que tiene para estar con Beth, así que la deje irse.

Al día siguiente, estaba sentada almorzando con los chicos en la cafetería, un poco callada y pensativa. Todavía tenía en la cabeza la imagen de los niños con cáncer. Estoy deseando poder hacer algo por ellos, mamá me hizo prometer que no diría nada hasta la hora del ensayo con el Glee Club, ni siquiera tengo permitido decírselo a Quinn. Me dijo que a ella lea emocionaría mucho y al recordar que es un regalo para ella, para que se sienta orgullosa de mí, sonreí. Estaba a mi lado abrazándome, pero hablaba con Tina sobre Beth y su mejoría. El interés que demuestra, el como quiere que mejore es conmovedor. Y ese interés se me contagió, no solo por Beth, sino por todos esos niños. Todavía me cuesta creer que la gente, al ver imágenes de niños con cáncer, simplemente gira su rostro porque le da pena, cuando simplemente tienen que sonreírles y apoyarlos como las personas normales que son. Estar enfermos no los convierte en Aliens. Los convierte en personas débiles, que arriesgan su vida y necesitan un doctor que los cure. Además del cariño necesario para tomar fuerzas y luchar.

La hora de entrar a clases llegó, teníamos una hora de literatura y luego ensayo con Glee. Me despedí de Quinn con un beso, ya que ella tenía otra clase diferente. Y en toda la hora, no pude dejar de pensar en esos niños, me sentía... no lo se, tan solo los entendía. No es que sintiera lástima... bueno, quizás un poco, pero de la lástima buena. Y eso es lo que me daba fuerzas para continuar con mi idea.

Al terminar la clase, salía del salón cuando me encontré con Quinn, que me abrazó y caminamos hacia el salón de coros lentamente y apoyé mi cara en su hombro mientras envolvía mis brazos en ella con fuerza, disfrutando de su compañía. Me encanta estar entre sus brazos, recibir sus caricias, sus besos... la amo, la amo demasiado. Al entrar al salón, los chicos iban entrando y mamá estaba ahí hablando con el Sr. Shue. Pero Quinn me detuvo y me alejó de los chicos para hablarme en susurros.

Faberry LovestoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora