Capítulo 18: olvida el pasado

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Quinn

La idea de pedirle matrimonio a Rachel otra vez fue increíble, maravillosa. Nos pasamos todas las clases amorosas y caminábamos tomadas de la mano. Al salir de la universidad, dejamos nuestras cosas en casa, nos vestimos y nos fuimos al cine, luego a cenar, caminamos por la ciudad. Toda una tarde romántica, fue muy especial.

Hasta que llegó el momento de regresar a casa y decidimos hacerlo a pie. Íbamos abrazadas y caminando tranquilamente, cuando comenzamos a hablar temas delicados.

«Escucha, Quinn. ¿Estás segura de que quieres casarte conmigo? Después de lo que pasó con Finn...»

Me detuve y la agarré de las manos para mirarla con ternura y le hablé sinceramente.

«Quiero olvidar lo que pasó con Finn. Además, tú solo lo besaste. Tampoco como si te hubieras acostado con él. ¿No lo hiciste verdad?»

Le pregunté dudosa y me miró muy sorprendida.

«¡¡No!! Estaba tan mal por lo que te hice, quería que me perdonaras. Te amo.»

Le sonreí y la envolví en mis brazos.

«Yo también te amo. Olvidemos todo y empezamos de nuevo, ¿sí? Vamos a casa.»

Seguimos nuestro camino sin desprendernos del abrazo. Al llegar al apartamento, lo primero que hicimos fue dejar nuestros abrigos y sentarnos en el sillón. Tomamos el celular para llamar a los padres de Rachel, cuando la detuve y me miró.

«Rach, no quiero esperar más. Diles que estamos comprometidas y que pronto les daremos una fecha de boda. Quiero casarme contigo cuanto antes. ¿Te gusta la idea?»

La vi dejar el celular sobre la mesa de café y se lanzó sobre mí para besarme. Tomé eso como un sí y me dediqué a devolverle el beso. Me arrimé más a ella y abracé su espalda con mi mano izquierda mientras que la derecha la apoyé en su cintura. Ella cometió el error de envolver mi cintura con sus manos por debajo de mi remera, lo cual me enloquece, ya que tiene la costumbre de darme tiernas caricias.

Tiró de mí para recostarme en el sillón y no lo pensé dos veces al ver que quería que me colocara sobre ella. Comprendí sus intenciones al instante y me encendí al sentir sus manos recorrer mi espalda por debajo de la remera, tan lentamente que al llegar a donde estaba mi corpiño, lo liberó y dejé de besarla para mirarla. Sus ojos ardían en deseo y me di cuenta que desde aquél viaje en auto no hacíamos el amor. Era el momento perfecto. Nos deseábamos, nos habíamos comprometido nuevamente, estamos viviendo juntas y estos días han sido como si estuviéramos casadas. Y ayer, con Beth, noté que Rachel y yo podemos tener una hermosa familia, una donde esté Beth, Shelby, Hiriam, Leroy, todos.

Dejamos el sillón y nos fuimos a la habitación lentamente, sin dejar de besarnos, acariciarnos y a medida que dábamos un paso, nos desprendíamos de alguna prenda de ropa, dejándola por el camino. Para cuando llegamos a la cama estábamos en ropa interior. Se recostó y me coloque sobre ella, fundí mis labios con los de ella nuevamente y mis manos recorrieron toda su silueta. Terminó de quitarme el corpiño y cuando sentí sus manos quitándome las bragas, enloquecí. Dejé que me las quitara e hice lo mismo con ella, hasta quedar desnudas. Nos quedamos viendo unos segundos, disfrutando de la vista y no lo soporté más. Me quería impregnar a su piel.

Y así lo hice, disfrutando cada parte de su cuerpo. Comenzando desde sus senos, luego saboreando su cuello, tracé un camino hasta su abdomen, seguí por sus muslos y al llegar cerca de su entrepierna, me detuve y la miré. El brillo de sus ojos me dio el permiso que necesitaba. Hundí mi cabeza entre sus piernas y mi lengua se perdió en cada rincón de su parte íntima, desde sus labios, hasta el clítoris. Escuché como gemía y comenzando a contagiarme de su éxtasis, dejé lo que estaba haciendo y comenzamos a jugar, haciendo posiciones. Estuvimos toda la noche gimiendo, utilizamos mi celular para buscar imágenes del kamasutra y las imitamos entre risas. Disfrutamos del placer que recorría nuestro cuerpo, hasta que me cansé. Apagué el celular y me coloqué sobre ella, utilicé mis dedos e ingresé. Me coloqué de tal forma, que parecía que yo realmente la estuviera penetrando y escuchando sus gemidos, comencé a lo que se dice, embestirla y me fascinó los gritos de placer que dio hasta el momento del éxtasis que compartí con ella, pues verla de esa forma, fue más placentero de lo que imaginé. Salí de ella y me coloqué a su costado, pero ella no quiso descansar, de hecho, se colocó sobre mí y me hizo lo mismo a mí. Ingresó sus dedos dentro de mí y pegué un grito de placer inexplicable. La muy maldita ingreso tres dedos, lo cual fue increíble. Se movió de tal forma, que pudo hasta saborear mis pezones al mismo tiempo y me pregunté como rayos, Rachel era capaz de hacer todo esto, hacerme sentir el placer más asombroso de mi vida, amarme y hacerme la mujer más feliz del mundo. Y llegué al éxtasis, gimiendo de estupendo placer junto con ella.

Faberry Lovestoryजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें