El Hermano de mi mejor amiga

9. Te odio.

Y ahí estaba él.

Sonriendome burlonamente el hijo de su mamá.

-¡Ven y dale un abrazo a tu chico, Lea!-abre sus brazos en señal de que me acerque, le hago caso omiso y me cruzo los brazos frunciendo el ceño.

No es mi chico.

Mis amigas se ríen y Thomas baja los brazos decepcionado.

-¿Ni siquiera me extrañaste?-niego con la cabeza divertida-¿Ni un poquito?-niego otra vez y hace un puchero.

- Vaya, que decepción, ¿no?.-comenta Maggie burlonamente y él la mira sonriente.

- Si pero tranquila, uno ya se acostumbra a sus caprichos.-le guiña un ojo y pongo los ojos en blanco.

Idiota.

Abro la boca ofendida al darme cuenta que me dijo "caprichosa".

- ¡No soy caprichosa!

- Sí, lo eres. Vamos querida Lea, hay que aceptarlo.

- ¡Pero no lo soy, imbécil!

- ¿Sabes? Es lindo escuchar tus dulces palabras luego de tres años.-me sonríe acercandose más a mí.

Ruedo los ojos.

- ¿Sabes qué más? Te noto más... sexy desde la última vez que te ví... Y más caprichosa e histérica, por supuesto.

Gruño algo sonrojada, veo que mis amigas se van alejando de a poco, está bien pero la que no va a salir es Emily... ¡Mentirosa!

<< ¡Todo mal, todo mal! >>

- Oh no-murmuro entre dientes- ¡tú si que no te vas, Emilia!-le grito acercandome a ella para alejarme del chico odioso detrás mío.

- ¡Soy inocente! ¡Lo juro por mi pez!-grita dandose la vuelta alarmada tratando de escapar de mi agarre.

- ¡Pero si no tienes pez, Emilia!

- Que chica olvidadiza.-comenta Andy divertido sentada en el pasto.

- ¡Que si tengo a Pez pero tú te olvidaste!

- ¡Tenías a los 11 años a un pez llamado Pez que le has dado tanto de comer que se murió el pobre!

- Esa fue buena, Lee.-dice de repente a mi lado Thomas, me alejo y persigo a Emily.

- ¿Acaso llamaste a tú pez, Pez?-pregunta incrédula Brook.

- ¡Tenía 11 años! ¿Cómo querías que lo nombrara? ¿Gato?

- ¿Un nombre normal?

- Ya no existen nombres normales-dice Thomas, nuevamente, a mi lado, lo miramos confundidas.- A ella la nombraron Lea así que...-me señala.

Lo miro indignada mientras los demás se ríen, le pego en el hombro y parece no importarle ya que se sigue riendo.

- ¡Suficiente! ¡Me voy!-exclamo enojada.

Me giro y empiezo a caminar rápido, sabía que me iba a traer problemas cuando lo ví en frente mío. Agh, maldito.

¿Qué mi nombre no es normal? ¡Pues que eso se lo diga a mis padres! Ellos lo eligieron.

<< Estoy de acuerdo contigo, eso me sorprende. >>

- ¡Ay, querida Lea, no te enojes!-me grita pero lo ignora siento a Andy reírse pero caminando junto a mí.- ¡Aunque no voy a mentir en decirte que no extrañe molestarte!-grita.

Mala suerte.

Eso es lo que tengo en mi vida.

* * *