El Hermano de mi mejor amiga

15. Diversión y escape. Parte 1

- ¿Estás ayudando al sexy hermano de tu mejor amiga para que se escapen de la Universidad y tengan un día de hermanos?-interroga Brook.

- Sí.

- Cool.-exclama Maggie.

- ¿Y cómo lo van a hacer?

La miro confundida.

- ¿Qué cosa?

- Escapar, idiota.-abro los ojos al darme cuenta que no planeamos eso.

- Mierda.

- Tenías que ser Lea.-dice Jenn.

- El chico ese le está sacando las pocas neuronas que tiene.-dice Maggie y abro mi boca indignada.

- ¡Hey! ¡No soy una burra!-me defiendo y rueda los ojos sonriendo.

- Lo que digas.

Bufo.

- Mejor llama a Thomas rápido antes que venga Emily.

Asiento haciendole caso a Jenn buscando entre mis contactos de mi celular a Thomas pero me doy cuenta de algo.

- No tengo su número...

Las tres se dan un gran face palm.

- ¿Y ahora que hago?-digo alarmada.

- Dios, Lea. Sólo buscalo y ya.

Asiento rápidamente para luego salir de nuestra habitación. Hago todo un recorrido hacia la cancha de fútbol americano, agotandome cada vez más.

Como sabrán, hoy a la mañana Thomas me vino a pedir ayuda para pasar todo un día con su hermana, el problema es que no sabe a donde ir y que hacer.

Pero como no tuvimos tiempo de hablar mucho ya que Emily había vuelto porque se había olvidado su celular, nos olvidamos mencionar unas cuentas cosas.

Al llegar ya a la cancha, miro a mi alrededor buscando a Thomas entre todos los jugadores, veo que también están las porristas practicando aunque varias coqueteando, como una rubia que le habla a un alto chico castaño y que le esta tocando el brazo y el pecho para luego acercarse y plantarle un beso.

Vaya, esa pareja me hace acordar a otras dos personas.

¿Pero a quienes?

- ¿Lea?-giro para encontrarme a un rostro confundido.

- ¿Dylan? ¿Qué haces aquí?

- Estoy entrenando para entrar al equipo, ¿tú qué haces aquí? ¿vas a entrar a las porristas?

- ¡¿Qué?! ¡No!-lo miro frunciendo el ceño.- Solo busco a Thomas.

- ¿Jhonson?

- No, Williams.-ironizo- Obvio que busco a ese Thomas, idiota.-él suelta una risita.

- ¿Extrañandome, Lea?-escucho su maldita voz detrás mío y bufo.

Decido darme la vuelta y cruzar mis brazos.

- Tenemos que hablar.-digo mirandolo.

- Vaya, ¿acaso vas a terminar conmigo?-me dice herido con una mano en el corazón, le frunzo el ceño.

- Ni siquiera tenemos una relación, idiota.

- Pero te gustaría, ¿no?

Le gruño tomando su brazo y arrastrandolo a otra parte para hablar a solas. Nos pongo detrás de las gradas estando frente a frente.

Me sonríe coqueto.

- No lo negaste, ¿sabías?-ruedo los ojos.

- Mira, nos olvidamos de planear el escape y de que me pases tu número.