3. Pent-house

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Esto es tan hermoso para mis ojos.

No puedo creer lo que estoy viendo.

Esto... ¡esto es un pent-house!

¿Cuánto habrán gastado nuestros padres en esto?

<< ¡A la mierda eso! Disfruta lo que tienes en frente que luego nos vamos a la playa a estrenar ese hermoso cuerpo que tengo a los chicos sexis. >>

Vaya, que halagador.

<< Lo sé, soy la mejor. >>

Neh.

Doy varios pasos al frente para detenerme y observar a mí alrededor.

La sala es perfecta, los muebles son de negro, blanco y, en algunos, marrón, los dos sillones y el sofá son blancos, hay una tele en el medio de la sala y una baja pequeña circular mesa pero delante de los sillones, hay fotos de paisajes en las paredes, un poco más alejado, está la elegante cocina en blanco, plateado y marrón, con una mesa en el centro y tres banquitos altos a su lado aunque hay una mesa de cristal para ocho personas más adelante. A la derecha, hay una escalera que lleva a las habitaciones de arriba, ¡sí! Y más a la derecha hay una ventana de, bueno, vidrio que es toda esa pared dando una excelente vista para mi persona.

Es tan... perfecto.

- Lee, vayamos a guardar nuestras cosas y luego exploramos el hotel, ¿dale?-sugiere Emi.

- Okey, pero tengo hambre.

- En el restaurante de acá comamos después de hacer todo esto. Total son las 17.35 de la tarde y la cena es a las 21 hs, hay tiempo.

- Pero no creo que mi pancita aguante tanto tiempo, seguro que mis tripas se comerán entre ellas y será tu culpa Emilia.

- No me llames Emilia, me llamo Emily, EMILY.-resalta su nombre.

- Es lo mismo, rubia.

- Bueno, eso me gusta.- dice mientras camino con la mitad de mis cosas hacia las escaleras y terminar en mi habitación.

- Lo que digas, Emilia.-ruedo los ojos divertida.

- ¡Que me llamo, Emily!-me grita y yo río.

<< ¿Sabes? Tengo ganas de salir a bailar. >>

¿Por?

<< No sé, solo quiero mover el bote. >>

Er, okey.

<< Esta noche, ¿qué te parece? >>

Mmm... ¿sabes qué? Me parece perfecto. Hoy nos vamos de fiesta y mañana a la playa.

<< ¡Siii! ¡Te amo! >>

Cuando te conviene.

<< Shhhh, cállate. Estoy durmiendo. >>

Ruedo los ojos inconscientemente justo cuando termino de subir las escaleras para encontrarme un pasillo con paredes blancas y dos puertas en cada una.

Decido ir a la primera puerta de la izquierda para encontrarme con un hermoso y grande baño en blanco y dorado y... dios, me enamoré.

Una ducha con una puerta corrediza en una esquina, un poco más adelante una gran tina blanca, al frente de esta hay unos grandes muebles dorados con tres largos cajones y un espejo encima del lavabo aunque ya haiga uno mucho más grande, de cuerpo entero, a su lado. Al costado hay un par de toallas blancas colgadas donde corresponde, y al frente de estas está el inodoro reluciente y brillante.

El Hermano de mi mejor amigaWhere stories live. Discover now