El Hermano de mi mejor amiga

11. Tropiezos.

- ¡Oye! ¡Ten cuidado!-le grito a un chico que me acaba de empujar y hacerme tirar mis libros y hojas.

Frunzo el ceño enojada y me agacho para agarrar mis hojas teniendo cuidado de que las demás personas no me pisen.

Junto mis dos libros, agarro mi lapicera y cuando estoy por agarrar las hojas que me faltan una mano se interpone en mi camino haciendo que levante la mirada y me encuentre con unos ojos color del cielo y unos mechones rubios que interfieren en ellos.

Él me sonríe amablemente y se para por lo que lo imito.

- Creo que esto te pertenece.-dice y me entrega las hojas, sonrojada y avergonzada las agarro.

- Eh, gracias...-mierda, no me sé su nombre,

- Soy Daniel, llámame Dan.

- Dan, sí, gracias.-sonrío tontamente y él me sigue mirando. Oh cierto, mi nombre.- Soy Lea, llámame ¿Lea?-digo confundida lo último y él se ríe.

Oh que linda risa, es como escuchar a los pajaros cantar una hermosa melodía.

<< ¿Qué? >>

Mierda, me puse cursi.

Ignoren lo que dije...

Sacudo mi cabeza y me enfoco en él.

<< Tienes clases, ¡vete de allí! >>

- Bueno, adiós.-digo y me doy la vuelta.

Creo que fui muy directa.

<< ¿Lo crees? >>

Siento un agarre en mi muñeca que me hace girar.

- ¡Espera! Eh...-me suelta y se rasca la nuca- ¿Crees que podamos ir a caminar o algo así?

Ay que ternura.

Sonrío- Sí, claro.

Sonríe- Bueno, te veo a las 15hs en la fuente, ¿te parece bien?

- Me parece bien.

Me despido con la mano y tomo mi recorrido hacia mi casillero, sí, hay casilleros.

- Vaya Lea, no te tenía así, eh.-escucho su odiosa voz.

Ruedo los ojos.

Suspiro- ¿Qué quieres Thomas?

- Nada, sólo te vi y quise venir a molestarte.

Le pego en el brazo y él se ríe.

- Pegas como una niñita.

- Y lo soy.

- Sólo te vengo a advertir que tengas cuidado con Daniel.

- No lo conoces.

- Y tú tampoco.

<< Touché. >>

Suspiro- Lo que digas, adiós.

- Adiós, querida Lea.

Ruedo los ojos mientras me doy la vuelta y camino a mi siguiente clase.

* * *

Gruño al sentir como me empujan otra vez al salir.

Parecen desesperados por irse.

<< ¿Y tú no? >>

Estás muy a la defensiva hoy.

<< Lo siento, "chica que se ofende por todo" >>

¡Ves! Eso es estar a la defensiva. ¡Y no te he hecho nada!