1. Comienzo.

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- ¡Despierta! ¡Despierta!-grita alguien a lo lejos mientras que trato de volver al mundo de los sueños-¡Vamos despierta! ¡Lea, se nos hace tarde!-me zarandean de los hombros, sin embargo, hago caso omiso.

Me acomodo mejor en la cama y sonrío adormilada al saber que la misteriosa persona se fue para dejarme dormir en paz.

Vaya, parece que pensé como si estuviera por mo...

- ¡Aaaaaaaah!-grito tratando de sentarme en la cama pero fracaso al notar que estoy enredada en las sabanas, sin embargo, logro caerme. Levanto mi cara toda mojada y miro a la persona enfurecida- ¡Maldición, Emily!- frente mío se encuentra mi mejor amiga con un vaso, obviamente de agua... o eso espero, ya vacío en su mano.

- Nada de quejas, ahora...- mira la hora para luego abrir los ojos como platos-¡Apúrate que se nos hace tarde, Lea!-me grita dejando volar el vaso por los aires para luego caer y romperse en mil pedazos. Ella observa al vaso a unos cuantos metros de distancia- Eeeh... el vaso quería volar, no es mi culpa.- se defiende mi rubia amiga.

- ¿A dónde llegare... mos tarde?- pregunto desorientada en medio de un bostezo.

- ¡Al aeropuerto, tonta! Tienes veinte minutos para prepararte, el vuelo sale en una hora y veinti-siete minutos.- sale de la puerta mientras me levanto y voy corriendo al baño a ducharme.

* * *

Salgo del baño con una toalla al cuerpo y otra en el pelo, me fijo en la hora y... ¡Wow! Me duché en diez minutos. Me dirigo a mi armario y agarro mi ropa eligida para hoy, ya que toda la demás está guardada en las maletas, que consiste en mi ropa interior, una remera blanca con una carita con una palabra de "Nirvana", una campera blanca y bordo, un pantalón marrón y mis vans negras.

Me saco la toalla del pelo, me peino mi castaño cabello y lo dejo suelto para que se seque a lo natural.

- ¿Y? ¿Ya estás lista?-mi rubia amiga apareció vestida con una pollera escocesa a la cintura, una calsa negra, una remera y un saco blanco, su boina negra y sus vans negras.

Suspiro- Sí, ya estoy lista.-ella sonríe emocionada y me saca de la habitación a la vez que agarro mi boleto rápidamente.

Bajamos las escaleras felizmente corriendo, agarramos nuestras maletas y bolsos, cerramos la puerta de mi casa, ponemos nuestros bolsos en el baúl, y subimos al hermoso y envidiable Volvo V40 gris de Emily.

Se preguntarán en donde están nuestros padres y amigos, bueno la cosa es que nos despedimos ayer de nuestros amigos. Dejamos en un acuerdo en qué nos despediriamos de nuestros padres en el aeropuerto pero como estamos llegando tarde no creo que dure mucho esa despedida.

El chillido de Emily me hace salir de mis pensamientos.

- ¡No lo puedo creer!-grita mientras prende el motor del auto.-¡Nos vamos a California, Lee!

La miro sonriente- Sí... un gran paso que marcará nuestras vidas.-miro por la ventana con una sonrisa.

De pronto se escucha una bocina de nuestro lado izquierdo.

Alguien chifla- ¡Ey, tú!-nos miramos confundidas para luego girar la cabeza y encontrar a un lindo chico de no más de veinte años- ¡Sí, tú, rubia!-mira el camino un momento mientras le fruncimos el ceño- ¡Conduces como una loca! ¡Casi me chocas! ¡¿Qué tienes en la cabeza?!-se queja.

- ¡Tú eres nadie para decirme cómo conducir, imbécil! ¡Por si no sabías tengo cerebro en mi cabeza! ¡Idiota!-otro auto nos toca bocina ya que Emily se desvió un poco distraída- ¡Agh! ¡No molesten, bestias inmundas!-bufa molesta y yo no evito largar una risa a lo que ella me fulmina con la mirada- ¡No te rías, Lea!

El Hermano de mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora