°•-♡ I feel different with you ♡-•°

Capítulo Veintisiete: Sentimientos Cada Vez Más Fuertes

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El tiempo había comenzado a cambiar la dinámica entre Soldier y Torcher. Si bien ninguno de los dos decía nada abiertamente, ambos sabían que su relación ya no era la misma. Había algo en el aire, una conexión más fuerte, más profunda, que no podían ignorar.

Sus conversaciones ahora eran más personales. Soldier hablaba de su pasado, de sus sueños y de cosas simples que le hacían feliz, como las pizzas bien cargadas de queso o cómo Poley una vez intentó arrestar a una ardilla en el parque por "comportamiento sospechoso". Torcher, aunque no era de hablar mucho de sí mismo, disfrutaba escucharlo. Cada risa de Soldier era como un pequeño regalo, una chispa que encendía algo dentro de él.

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Esa noche, habían sido enviados a una misión que resultó ser más agotadora de lo esperado. Aunque ambos eran fuertes y disciplinados, el regreso al transporte militar estuvo marcado por el cansancio. Soldier, siempre animado a pesar de todo, trató de mantenerse despierto, pero el movimiento del vehículo y la tranquilidad del momento lo vencieron.

Soldier se inclinó hacia Torcher sin darse cuenta, y en cuestión de segundos, su cabeza reposaba en el hombro de su compañero.

"¿En serio?" murmuró Torcher, mirando al joven dormido con una mezcla de diversión y ternura.

Aunque intentó no darle demasiada importancia, la forma en que Soldier se veía mientras dormía era algo que no podía ignorar. Su rostro relajado, las mejillas ligeramente rosadas por el frío de la noche, y su cabello despeinado lo hacían lucir... adorable.

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Torcher bajó la mirada hacia los labios de Soldier, incapaz de resistirse a la tentación. Su corazón latía con fuerza, como si estuviera a punto de cometer un acto prohibido.

"Esto es una locura..." susurró para sí mismo, pero no se detuvo.

Con cuidado, inclinó su rostro hacia él y, apenas rozando los labios de Soldier, le dio un beso suave. Fue breve, pero suficiente para encender una tormenta de emociones en Torcher. Se apartó rápidamente, mirando hacia otro lado como si hubiera hecho algo imperdonable, pero la sonrisa que se formó en su rostro lo delató.

No podía creer lo que acababa de hacer. Su pecho estaba a punto de explotar, y aunque sabía que Soldier estaba profundamente dormido, no podía evitar sentir una mezcla de euforia y nervios.

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Cuando Soldier finalmente despertó, sintió algo extraño. Lo primero que notó fue que estaba abrazando a Torcher, con ambos brazos rodeando su cintura.

"¡Oh, Dios mío!" exclamó, separándose rápidamente. "¡Lo siento, lo siento! Ni siquiera me di cuenta..."

Torcher lo miró con una expresión neutral, aunque por dentro luchaba por no sonreír.

"No pasa nada," respondió con calma. "Estabas cansado, es normal."

Soldier, todavía con las mejillas rojas, decidió no pensar demasiado en ello. Aunque, mientras se acomodaba en su asiento, no pudo evitar sentir que había algo diferente en la forma en que Torcher lo miraba.

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Esa noche, mientras cada uno estaba en su cama, ambos reflexionaron sobre lo ocurrido. Soldier no podía dejar de sentir una extraña calidez en el pecho. Había algo en Torcher que lo hacía sentir seguro, como si nada en el mundo pudiera lastimarlo mientras él estuviera cerca.

Por su parte, Torcher no podía dejar de pensar en el beso que le había robado. Cada vez le costaba más ignorar lo que sentía por Soldier, y aunque sabía que estaba jugando con fuego, no se arrepentía.

El destino parecía estar empujándolos cada vez más cerca, y ninguno de los dos estaba dispuesto a resistirse.

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