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Capitulo cincuenta y uno.

Capítulo 51: En la Búsqueda de la Supervivencia

El sol se alzaba tímidamente entre las nubes, proyectando su luz tenue sobre el desolado paisaje. Torcher y Soldier caminaban con pasos firmes, rodeados por un silencio inquietante que solo era roto por el crujido de sus botas al pisar la grava. Torcher llevaba su fiel lanzallamas a la espalda, mientras sus ojos celestes escudriñaban el horizonte en busca de cualquier señal de peligro. Soldier, en cambio, sostenía un gran papel desgastado y un lápiz, trazando líneas con calma mientras intentaba crear un mapa rudimentario de su entorno.

-¿Crees que nos alejamos demasiado del refugio? -preguntó Soldier con voz suave, sin apartar la vista del papel.

Torcher negó con la cabeza, manteniendo su atención fija en los edificios abandonados frente a ellos.

-Necesitamos alejarnos si queremos encontrar algo útil. Aquí no hay lugar para el error, Soldier. - Su tono era serio, pero no agresivo, aunque su mirada reflejaba la constante tensión que llevaba encima.

Soldier asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. A pesar de todo, intentaba mantenerse optimista.

-Podríamos buscar en esas tiendas. Parecen intactas. - Señaló con el lápiz hacia una hilera de pequeños locales.

Torcher evaluó el lugar con rapidez y asintió.

-Quédate detrás de mí.

Entraron con cautela al primer local, una pequeña tienda de conveniencia que estaba cubierta de polvo. Los estantes estaban en su mayoría vacíos, pero encontraron algunas latas de comida y botellas de agua. Soldier las guardó en una mochila mientras Torcher se mantenía atento a cualquier ruido.

El tiempo transcurrió en silencio mientras exploraban otros locales cercanos. Soldier se concentraba en su mapa, marcando los lugares visitados y añadiendo pequeñas notas para futuras referencias. Torcher, por su parte, revisaba cada rincón con precisión militar, asegurándose de que el área estuviera despejada antes de permitir que Soldier entrara.

-¿Qué crees que pasó aquí? -preguntó Soldier en un momento, rompiendo el silencio mientras guardaba una caja de fósforos en su mochila.

Torcher no respondió de inmediato, sus ojos fijos en una ventana rota. Finalmente, habló con voz grave:

-La gente entró en pánico. Perdieron la calma y dejaron que el miedo los controlara. Eso es lo que siempre pasa.

Soldier guardó silencio, sintiendo un nudo en el estómago.

Al caer la tarde, habían reunido una cantidad decente de provisiones. Torcher decidió que era hora de regresar al refugio. Soldier dobló cuidadosamente su mapa y lo guardó en la mochila antes de seguir a Torcher.

El camino de regreso estuvo marcado por un silencio reflexivo. Soldier estaba cansado, pero satisfecho con lo que habían logrado. Torcher, sin embargo, mantenía su actitud vigilante, como si estuviera preparado para cualquier eventualidad.

Cuando llegaron al refugio, Badgey estaba en el suelo, rodeado de papeles, botellas vacías y un pequeño microscopio portátil que había logrado rescatar del laboratorio. Murmuraba para sí mismo mientras anotaba algo frenéticamente en un cuaderno.

-No tiene sentido... las cadenas de proteínas deberían haber sido estables. ¿Fue el catalizador? No, no, eso no explicaría la reacción... - decía, moviendo su lápiz con rapidez.

Torcher lo observó por un momento antes de ignorarlo por completo. Se dirigió a una esquina del refugio para revisar las provisiones mientras Soldier se acercaba a Badgey con curiosidad.

-¿Estás bien? -preguntó Soldier con amabilidad, sentándose a su lado.

Badgey levantó la vista, sus ojos enrojecidos y con profundas ojeras.

-¿Bien? No, no estoy bien. Nada de esto debería estar pasando. Esto no debería haber pasado. - Volvió a bajar la mirada, apretando el lápiz entre sus dedos. - Pero encontraré la respuesta. Lo haré.

Soldier asintió con una sonrisa comprensiva, aunque no sabía exactamente qué decir.

-Estoy seguro de que lo harás. Eres muy inteligente.

Badgey soltó una risa amarga.

-¿Inteligente? Si fuera tan inteligente, esto no estaría pasando.

Mientras tanto, Torcher los observaba desde su lugar, sus ojos celestes fijos en la interacción. No dijo nada, pero una chispa de desagrado se encendió en su interior. Se acercó a Soldier y le puso una mano en el hombro, apretándolo suavemente pero con firmeza.

-Vamos, Soldier. Necesitas descansar.

Soldier se levantó de inmediato, siguiendo a Torcher sin cuestionarlo. Badgey los observó mientras se alejaban, volviendo luego a sus cálculos y murmurando para sí mismo.

La noche cayó rápidamente, cubriendo el refugio con una oscuridad opresiva. Soldier se recostó en su rincón habitual mientras Torcher permanecía despierto, con su lanzallamas a un lado y sus ojos fijos en la puerta. El mundo fuera del refugio seguía derrumbándose, pero dentro de esas paredes, al menos por ahora, estaban a salvo.