Narra ___:
Continuamos caminando hasta llegar al centro de visitantes ¡al fin!
Entramos, pero estaba desierto. Alan llevó hasta el comedor.
-Bien, quédense aquí- nos dijo- iré a buscar a los otros y te encontraré un médico- me señaló. Asentí- ahora vuelvo, lo prometo.
Al mismo tiempo que salió por la puerta, mis primos y yo nos lanzamos sobre los helados que había en ese lugar, tal vez valió la pena escapar del T-Rex, recibir una descarga eléctrica, que un dinosaurio se haya comido (hasta donde sabemos) a una persona y perder los millones de dólares invertidos en este parque, todo para tener una mesa con torta y helado, toda para nosotros.
-Dejame algo de brownie Lex- me quejé. No comíamos nada desde el almuerzo del día anterior.
Nos sentamos alrededor de la mesa, con toda la comida que podíamos desear. Por unos minutos sólo intercambiamos miradas y alguna que otra porción de algo, pero de repente Lex se quedó congelada y comenzó a temblar, con los ojos bien abiertos. Timmy y yo volteamos. Una sombra se movía y respiraba fuertemente detrás del plástico estampado de dinosaurios que delimitaba el comedor. Bueno, podían quitarme mi helado, por esto sí que no había valido la pena.
Mis primos y yo huimos sin hablar, pero haciendo un ruido importante con nuestros pasos torpes y nerviosos. Les abrí la puerta de la cocina y cerré tras ellos, buscando esconderme en otra habitación, para llamar la atención de los depredadores de ser necesario. Sí, jugar a las escondidas con dinosaurios, esto era mi vida ahora. El lado positivo es que, si sobrevivíamos, sería una gran historia para contar.
Los ví asomarse por el pasillo. Eran altos, como de dos metros, bípedos y de mirada inteligente. Ay, no.
De todos lo dinosaurios de la historia, podía ser cualquiera, pero no, tenia que ser el velocirraptor el que se había escapado, y nos estaba buscando.
Narra Alan:
Me fui a buscar a los demás, los chicos estarían a salvo en el restaurante. El problema estaba para esos pobres postres. Salí al exterior, que permanecía desierto. A los pocos metros de las jaula de los raptores, saliendo de la caseta de electricidad, comencé a llamar a Ellie. Pasaron muy pocos segundos hasta que escuché su voz a mis espaldas.
-Corre-me grito, mientras se acercaba a mi, lo mas rápido que podía- ¡corre!
La abracé, sentía que hacía una eternidad no la veía. La última vez había sido junto al triceratops, tantas cosas habían cambiado desde entonces.
-Se escaparon- soltó, estaba agitada- Muldoon... él está...
Había una jungla que había cerca de nosotros. Propuse ir a buscarlo pero Ellie me lo impidió. Me dijo que los raptores estaban sueltos. Ahí sí que se me fue el alma al piso, contra esos animales no teníamos ninguna posibilidad simplemente huyendo. Nos dirigimos a la sala de control, donde estaban aún John Hammond y, sorpresivamente, Ian Malcolm, aún vivo y posando sin camisa. Excelente, la situación no deja de mejorar. Hammond me ofreció una escopeta y me dispuse a dirigirme hacia donde estaban los niños.
-¿Cuántos raptores son?- le pregunté a Ellie.
-dos, uno esta encerrado en la caseta. A menos que hallan aprendido a abrir puertas.
Narra ___:
Tres velocirraptores se aproximaban a la puerta de la cocina. Dos de ellos soltaron chirridos suaves, intercambiarom miradas y comenzaron a manotear la cerradura torpemente con sus garras. Me dio un escalofrío al pensar lo verdaderamente inteligentes que eran. Tim y Lex, solos con ellos, no tenían oportunidad.
-¡Oigan, aquí!- grité mientras saltaba, tratando de llamar la atención de los raptores- ¡síganme lagartijas!
Dudo que exista momento más aterrador que cuando dos raptores voltean hacia ti con sus miradas frías de reptil, y sin más, deciden darte caza. Comencé a correr como si no hubiera un mañana, si no me apuraba lo suficiente claramente no lo habría. Vi al final del pasillo la sala de los científicos, donde estaban las máquinas que giraban los huevos y todo eso. Me deslicé por la entrada y la cerré a mis espaldas, escuchando los chirridos de los raptores del otro lado. Dios, había estado cerca.
El laboratorio a oscuras era tenebroso. Toda la magia de la clonación se había volteado en nuestra contra ahora. Tenía que salir de allí y encontrar a Alan y decirle donde estaban los chicos, y también a John y decirle que nos llevara a casa, sólo tenía llegar con mi papá, con él estaría segura y... y... me estaba hiperventilando.
Respiré profundo e intenté olvidar los chirridos de a mis espaldas. Alcancé a ver del otro lado del laboratorio una puerta, bien, por ahí podía escapar y empezar con la larga lista de cosas que tenía que hacer. Me acerqué con cuidado de no hacer mucho ruido, pero al intentar salir noté que estaba cerrada con llave. Otra respiración profunda: bien, necesito encontrar la llave, sólo eso.
Comencé a abrir los cajones y revolverlos, estaban llenos de carpetas y papeles y papeluchos de distintos tamaños. Por un momento creo que me distraje y comencé a leer los títulos de las carpetas: eran expedientes de los dinosaurios, registraba toda las especies que tenían en el parque, sus características, todo. Velocirraptor alfa, beta y gamma, único tiranosaurio, quince braquiosaurios de distintas edades y pesos.
Al final del cajón había un último expediente, de hojas amarillentas. Lo abrí.
Proyecto D. S., ese era su título. Los datos de debajo estaban desordenados, algunos hasta incomprensibles. Genomas: velo, clasificado.
Pensé unos momentos. Había visto que en todo lo técnico, los sistemas de seguridad y eso del parque, habían anotado a las especies con nombres cortados ¿Velo como velocirraptor? ¿Clasificado cómo, no era todo clasificado aquí? A no ser que... ¿Este bicho que se habían inventado tenía más de un ADN? ¿Era eso, un hibrido?
Estado: en progreso.
Bueno, eso significaba que no lo terminarían jamás. Se me pasa un poco la tensión. Mejor, vaya a saber uno lo que podían hacer combinando al velocirraptor con algún otro carnívoro.
El sonido de un golpe me sobresaltó. Sin pensar mucho, me guardé los papeles en el bolsillo. Los chirridos y arañazos en la puerta habían parado y por un momento pensé que me había librado de los raptores. Pensé mal.
Un crujido, como el de una película de terror, se escuchó desde la puerta. Habían conseguido abrirla.
Holis!!!!
Les gusto? Que tal? Comenten que es lo que creen que le va a pasar a nuestra querida y confundida rayis.
gracias por las 700 lecturas, que rápido que progresa esta historia!!!! =D
Comenten y estrellita!!!
Los quiero mis minions!!!
-twily16
(edit: 23/6/22)

CZYTASZ
Jurassic Park (dinosaurios & tú) (EN EDICIÓN)
Fanfiction___ es la hija de John Hammond, a quien adoptó cuando sólo era un bebé. Tiene ocho años, ama a los dinosaurios y desea más que nada convertirse en una paleontóloga. Pero un proyecto de su padre la llevara a la Isla Nublar, donde su más grande sueño...