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FLASHBACK

La decisión estaba tomada. Nuestros representantes y la discografía se pusieron de acuerdo en que había llegado el momento de que Fifth Harmony debía romper nuevas barreras. Asia era nuestro próximo objetivo, o más concretamente, China. Las chicas recibimos la noticia con mucho entusiasmo, estábamos ilusionadísimas por el viaje y por la aventura que nos esperaba. Ya nos habían organizado el plan: durante dos semanas, dar unos cuantos conciertos, participar en una campaña publicitaria y, sobre todo, asistir a programas televisivos para darnos a conocer lo más posible.

Durante el viaje de ida, las cinco nos pasamos el rato viendo vídeos antiguos sobre todos aquellos TVshows a los que iríamos. La mayoría eran realmente estrafalarios. Les hacían hacer pruebas a los invitados, todas muy peculiares. Por ejemplo, vimos una que nos hizo explotar de risa: el invitado, George Clooney, estaba disfrazado de Tinky Winky, el teletubbie morado, y debía alcanzar una pelota mientras corría sobre una cinta de correr que cada vez iba más rápido. Era TAN cómico. Su forma de correr con ese traje gigante, cómo se caía de morros... ¡Estuvimos riendo durante horas! Aunque George Clooney parecía estar pasándolo genial, rezamos al cielo para que no nos hicieran pasar por ese bochorno.

Solo llegar me enamoré de la personalidad característica de la gente de este país. Enérgicos, amables, muy cariñosos y respetuosos, con un humor de lo más especial.

La segunda noche llegó. Nuestro primer TVshow. Primero nos hicieron la típica ronda de preguntas, algunas serias y otras más bromistas. Las chicas y yo pronto nos adaptamos a su humor y enseguida nos sentimos realmente cómodas. Nos dijeron que aquel programa gozaba de una increíble audiencia y no podíamos evitar estar abrumadas esa mañana; por suerte, aquella extraña y cálida atmosfera del plató nos tranquilizó.

Una vez terminadas las preguntas, nos hicieron sentar delante de una pantalla gigante donde pasaron una serie de vídeos... vídeos sobre nosotras. Era una recopilación de imágenes reales de 5H (de entrevistas, Takeovers...) mezcladas con imágenes y montajes de vídeo que ellos habían montado. Dios, había cada ocurrencia... La mayoría eran de lo más absurdas, tanto, que las cinco empezamos a llorar de la risa. Hasta que llegó un vídeo... con un título directo: "Camren". El público gritó. Al verlo, nos quedamos paralizadas. Estábamos a punto de adentrarnos en terreno peligroso...
"Camren, damas y caballeros, la historia de amor mil veces contada pero nunca sucedida". La gente volvió a gritar, y entonces, el mundo explotó.

Boom.

***

-CHICAS, CHICAS, POR DIOS, MIRAD ESTO.

Nos encontrábamos desayunando en el comedor del hotel cuando Normani nos puso su móvil delante de nuestras narices.

-Dos mil millones de visualizaciones.

-¿Qué demonios...? -dijo Dinah-.

-Dos. Mil. Millones. -repitió Normani-.

-¿Qué estás diciendo? -preguntó Lauren confusa-.

-¡Vuestro maldito vídeo Camren de ayer! ¡Tiene más visualizaciones que el jodido vídeo de "Baby" de Justin Bieber!

Miramos la pantalla de nuevo. 2.000.000.000

La celebración fue por todo lo alto en un establecimiento reservado sólo para nosotras y todo nuestro equipo. Recibimos montones y montones de llamadas de familiares, felicitándonos. El objetivo de viajar a Pekín era internacionalizar la imagen de Fifth Harmony, pero quien realmente lo hizo fue Camren (que, indirectamente, daba publicidad a 5H). Por lo que nos explicaron, la "historia de amor" corrió como la pólvora por Pekín, acaparando la atención de la audiencia. Luego se extendió por todo el país, y cuando fue trending en China, el resto del mundo, por pura curiosidad, siguió sus pasos, creando así el mayor récord mundial de visualizaciones en menos de 24 horas.

La euforia nos embriagó durante la fiesta, pero no nos dejaron tomar demasiado alcohol ya que mañana daríamos un concierto. Para descansar de la multitud y reordenar mis pensamientos, salí al jardín y me senté en la hierba.
Pronto alguien se acomodó a mi lado.

-Hey -saludó Lauren-.

-Hola -le sonreí-.

-¿Te has dado cuenta de...?

-¿De qué? -pregunté con curiosidad-.

- ...de que los chinos están puto locos?

Solté una carcajada.

-Lo cierto es que todo esto es una locura. Todavía no asimilo lo que ha ocurrido, lo que está ocurriendo ahora mismo, vaya.

-Lo sé, ni siquiera tiene sentido -confirmó Lauren-. ¿Sabes que hemos salido en las noticias?

-¿De verdad? -dije abriendo mucho los ojos-.

-Pues sí, y no sólo en Pekín, también en grandes ciudades americanas, europeas y asiáticas...

No daba crédito de lo que estaba oyendo.

-¿Quieres verlo? -ofreció Lauren con su móvil-. Está por todo Twitter, las harmonizers han sufrido un ataque al corazón, se rumorea que no quedó ni una viva.

-¡No seas bruta! -reí por su broma-. Deben de estar alucinando... ¿Y qué me dices de las Camren shippers?

-Uffff...

Las dos reímos juntas esta vez. Todo había sucedido tan rápido...

-Las visualizaciones de nuestros videoclips también se han disparado, al igual que la de los Takeovers -dijo Lauren-. Es irónico pero "Camren" ha sido lo que ha promulgado la publicidad del grupo.

-Bueno, esto ya era un poco así -dije-. Muchas harmonizers nos conocieron por Camren.

-Sí, cierto... pero esto ya es otro nivel, ahora hablamos a escala mundial.

-Lo sé...

Nos quedamos un rato en silencio, observando los alrededores y disfrutando de la calma de la noche, con los murmullos lejanos de la fiesta.

-Camz -rompió el silencio Lauren-.

-¿Sí?

-¿Te da miedo?

-¿El qué?

-En lo que se acaba de convertir Camren...

"Sí", pensé. Sabía perfectamente cuáles serían las consecuencias de todo esto. Más Camren shippers, más manips Camren, más FanFics, más y más Camren, por todas partes. Y me daba miedo por lo que significaba, más presión sobre mi vida en el grupo, y más presión sobre mi vida personal. Durante estos años Lauren y yo nos lo habíamos tomado con filosofía y con la máxima paciencia posible. En fin... era complicado, pero era perfectamente soportable y, a veces, incluso divertido y tierno. Pero, ¿estábamos preparadas para un boom como este? En todo caso, la experiencia en este mundillo me había enseñado que nunca debo acobardarme ante los hechos, sino afrontarlos con decisión, y eso mismo es lo que iba a hacer.

-No, no me da miedo -contesté finalmente-. Lo superaremos.

-Wow, estar rodeada de chinitos idos de la olla te ha hecho madurar, Camzi.

Reí y le golpeé juguetonamente el brazo. Tras unos instantes de silencio, Lauren dijo:

-A mí sí. Me da miedo.

-Lauren... -puse una mano en su brazo y lo acaricié- Lo sé.

FIN DEL FLASHBACK

The Boom • CAMREN •Where stories live. Discover now