- 26 -

11.6K 664 90
                                    

-Eso ahora ya no importa.

-Sí que importa, no seas infantil y cuéntame por qué me quitaste el micro.

Al principio no tenía intención de contárselo, total, mi oportunidad ya había pasado y ya no servía para nada hablar de ello. Sin embargo, Lauren parecía realmente interesada en saberlo, así que finalmente cedí.

-Iba a decir que era lesbiana.

La mayor tardó unos segundos en reaccionar. Sus ojos se abrieron de repente, alucinados.

-Espera, ¿¡qué?!

-Iba a salir del armario. No quería seguir guardando el secreto.

-¿Por qué no me lo dijiste? -preguntó todavía con facciones de shock-.

-Tiene gracia... -dije con sarcasmo- resulta que quería darte una sorpresa también.

-Oh...

-Sí.

-Y fuiste interrumpida por otra sorpresa.

Entonces ella lo entendió todo un poco mejor. Mi mala reacción, el rechazo que mostré una vez fuera del escenario... Relajó sus facciones, lanzándome una pequeña mirada de comprensión.

-Tuviste que habérmelo dicho después, Camz. Salir corriendo no era la solución.

-Mi cabeza no pensaba con claridad -admití-.

-¿Cómo conseguiste convencer a Ellen sobre dejarme al margen?

-No tuve que convencerla porque no se lo conté siquiera.

-No jodas, Camila. ¿Se te ocurrió a ti sola cometer tal estupidez?

-En realidad me lo propuso Dinah -reí al recordarlo-.

-Eso tiene más sentido...

Nos quedamos en silencio. Hace un rato estábamos discutiendo en un tono considerablemente agresivo; ahora, aunque pareciera imposible, toda la tensión se había ido por completo. Este tipo de cosas sólo podían pasarme con Lauren.

-Siento haberte juzgado así -se disculpó ella esta vez-.

-Y yo siento haberte dejado sola. Prometí que siempre estaría a tu lado.

-Estás perdonada -dijo sonriendo levemente-.

-¿Seguro?

-¿Quieres que te lo demuestre o algo? -rió ya más cómodamente-.

-¿Cómo lo demostrarías? -la puse a prueba-.

-Si estás insinuando que te bese lo llevas claro...

-¿Ya no vas a besarme más?

-Bueno, no sé, ya veremos.

-No podrás resistir la tentación -la provoqué-.

-No me retes, que vas a perder.

-¿Eso crees?

-Extrañarás tanto mis besos que acabarás echándote encima de mí en cualquier momento -dijo con aire superior-.

-Te recuerdo que eras tú quien estaba necesitada de "cariño"... -susurré sensualmente mientras le acariciaba el muslo por debajo la mesa-.

-Hey, nada de tocar, eso es trampa -puso su mano sobre la mía, aunque sin ejercer ninguna presión-.

-No veo que intentes pararme -dije acercándome más a ella-.

-Eres toda una traviesa cuando te lo propones, eh Camzi?

Tomamos unas cervezas para pasar el rato. El resto de las conversaciones que iniciamos fueron triviales y agradables, y nos ayudaron a recuperar la normalidad entre nosotras. Por tanto, la mañana siguiente no haría falta visitar el despacho de Ellen.

Había algo que seguía pertubando mis pensamientos. En el concierto estuve dispuesta a admitir públicamente mi sexualidad, pero después de no haber conseguido realizar mi hazaña sentí como la mitad de mi coraje desaparecía. Yo suelo creer en el destino o en el karma, no podía evitar pensar que la interrupción de Matt no fue tan desacertada al fin y al cabo. ¿Y si salir del armario tan abruptamente era un error? Sin sospecharlo, quizá Matthew me había salvado de cometer un enorme error. Al final, supongo que es importante intentar quedarse con la parte positiva de las cosas; ahora tendría más tiempo para pensar mejor cómo y cuándo debía hacerlo oficial.

***

#CamrenCrack.

Dos años después del #CamrenBoom, el hashtag #CamrenCrack resonó por cada rincón de Twitter. Fotos, gifs, Vines, todos mostrando mi rostro gélido y aturdido que adopté tras ver cómo el novio de Lauren irrumpía en el escenario. Había tweets de todo tipo, unos que me apoyaban y otros que me criticaban (lo de siempre) pero todos compartían un mismo mensaje: Camren se había roto.

Ciertamente estaban equivocados ya que Lauren y yo hicimos las paces esa misma noche, pero había una pequeña parte de mí que sentía que ellos llevaban un poco de razón. Algo se había roto, y ya no estaba segura de que sólo fuese por la aparición de Matthew. Algo empezó a romperse desde que cantamos el primer verso de nuestro dueto.

La canción que escogimos fue You're Beautiful, de James Blunt. Es una canción bonita, pero también muy triste y trágica. Trata sobre cómo una persona se enamora a primera vista de otra, de sus ojos, su nariz, su pelo, su boca, su mirada. Se enamora de cada centímentro de su piel. Pero aun así, la persona de la que se ha enamorado, a pesar de sentir lo mismo, no puede corresponderle porque ya está juntada con otra. Aunque sienten el fuego en sus miradas, aunque la llama arde con todas sus fuerzas hasta el final, la realidad de la situación les arrebata el fuego, la esperanza, y finalmente, el amor.

Lo pensé de nuevo. ¿Por qué escogimos una canción cómo esta? ¿Por qué, sólo al escucharla, supimos que era la canción adecuada? ¿Y por qué, al cantarla juntas sobre aquel escenario, nuestros ojos llorosos brillaron con tristeza? Aquello que se había roto venía agrietado desde hace tiempo, la canción y la interrumpción de Matthew no fueron más que la simple gota que colmó el vaso.

Entonces me di cuenta. Entonces, lo supe todo.

Lauren era mi compañera, la persona que me apoyaba, me guardaba las espaldas, me protegía y me ayudaba a seguir adelante. Lauren era la persona que me hacía empezar el día com entusiasmo e ilusión. Su esfuerzo, su trabajo y su devoción eran los motores que me motivaban día tras día. Lauren me inspiraba. Lauren era mi calma y mi sosiego, a la vez que mis tormentas e impulsos.

Lauren no sólo era mi compañera; Lauren era todo. Sería una estupidez intentar seguir escondiéndolo, era demasiado obvio. Tan sólo habría que imaginarme un mundo pararelo sin ella para saber que yo no sobreviviría en él. Porque la necesitaba. Porque cuando ella estaba feliz, o triste, o decepcionada, yo también lo estaba. Porque estaba irremediablemente unida a ella.

Nunca sentí nada parecido por una persona y con eso me bastó para finalmente entender lo terriblemente enamorada que estaba de Lauren Jauregui.

No había vuelta atrás. Las cosas simplemente sucedieron así. Ahora que era consciente de mis sentimientos, todo estaba en peligro, todo se encontraba en una falsa apariencia de calma y tranquilidad. Mi cabeza conocía la verdad, y la verdad siempre se acaba imponiendo por encima de todo.

"¿Y ahora qué, Camila? ¿Cómo se supone que arreglarás este desastre?"

Pero ya no había nada que arreglar; estaba irremediablemente roto.

"Damas y caballeros, Camren, la historia de amor mil veces contada y nunca sucedida."

El show empezaba ahora. Empezaba con el Crack.

The Boom • CAMREN •Where stories live. Discover now