Capítulo V

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Anteriormente:

_Ahá...Así que nunca has probado un helado... - la voz de Naruto cesó por unos segundos, y cuando volvió a hablar, a Sasuke casi, CASI, se le resbala la jarra de las manos -...grande y cremoso, que cuando lo tienes dentro de tu boca se derrite y sientes aún más lo dulce que es?

Estaba más rígido que una cuerda de guitarra ajustada.

¿Por qué tenía que hablarle al oído? Y peor aún, ¿por qué le producía un escalofrío tan...absurdamente agradable... en todo su cuerpo?

Lo que Sasuke no sabía todavía, a su tierna edad de 13 años y con la pureza de su ser - a pesar de que su cabeza estuviera llena de deseos de venganza - su cuerpo se estaba desarrollando y estaba también plagado de hormonas dormidas que Naruto estaba empezando a despertar poco a poco.

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Capítulo 5

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¿Qué demonios...? Porque lo que salía de la boca de ese rubio sonaba tan...

Tan... ¿tan qué?

Tragó saliva.

Sin preocuparse mucho por si estaba siendo educado o no, Sasuke terminó de lavar la vajilla que habían usado para comer y le dijo que tenía una sesión de entrenamiento con Kakashi.

_ ¡Te acompañaré!

_No. - contestó terminante el pelinegro.

_ ¿Por qué no?

_Porque quiero entrenar solo. - después de eso, Naruto se quedó en silencio. No se acostumbraba a los cambios de humor tan abruptos del chico. Era todo un enigma, confuso y misterioso. Pero supuso que quería pasar tiempo solo y por eso decidió no insistir más.

Oh, pero no se daría por vencido en su plan...¿Y cuál era su plan, de todos modos?

Ah, claro. Quería sacar de Sasuke una sonrisa de felicidad, convertirse en su amigo. Quería hacerle sentir que no estaba solo en el mundo.

Cuando Naruto salió por la puerta, Sasuke se recostó en su sofá, con el rostro enterrado entre sus manos, y exhaló un suspiro de alivio.

Lo del entrenamiento era una completa mentira. Era sábado. Y los sábados Kakashi gustaba de tomárselos libres, para la inmensa molestia de su alumno.

Maldición...

Ese Naruto...Ese Naruto... ¡Lo iba a volver loco! Ya no sabía ni qué pasaba con su cuerpo; ¿por qué tenía esas reacciones tan extrañas?

Sacudió la cabeza. No. No podía ponerse a pensar en eso. Tal vez, tal vez sí debería ir a entrenar. Existía la desagradable -ehem - probabilidad de que ese idiota pasara por su casa otra vez, y sería un poco embarazoso que lo cachara con la farsa. No quería que se le ocurrieran otras locuras como las de lanzarlo a la laguna...

...pero me sentí tan bien ese día...

_Ugh.

Se pasó las manos por la cara y cuello, volvió a suspirar. Oh, maldita sea. Últimamente suspiraba demasiado.

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Después de irse de casa de Sasuke, Naruto no tuvo mucho que hacer en el día. Por el hecho de que Akatsuki andaba de parranda cazando bijuus, que Sai estaba sumergido en una de sus "investigaciones", y que Sakura acababa de irse de Konoha para encontrarse con la oba-chan para entrenar extensivamente por un tiempo; resultaba que él era el único integrante del equipo que no tenía nada qué hacer. Y Yamato-taichou no era la clase de persona con la que pasas tu tiempo de ocio... El rubio sonrió como un pícaro zorrillo.

El cielo está en tus ojos (NaruSasu)Where stories live. Discover now