Capítulo XVI

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El cielo está en tus ojos

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Capítulo XVI

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La escuadra ANBU aterrizó en el techo del edificio, y de inmediato se dirigió a la ventana que conducía a la oficina. Dicha ventana estaba abierta, como si la persona que los estuviera esperando hubiera sentido su presencia antes de que siquiera estuvieran ahí. El capitán de la escuadra avanzó cuando los cuatro hubieron pisado el suelo de la oficina.

_ El informe diario, Hokage-sama.

_ Ah, sí, Tigre. - Sarutobi asintió y recibió el pergamino enrollado que el soldado enmascarado le tendía. Los otros tres observaban el intercambio sin mediar palabras, atentos y solo siguiendo las órdenes del capitán, que en ese momento eran permanecer como estatuas mientras este presentaba la información.

_ Ha habido una...irregularidad. - El titubeo al decir la palabra captó la atención del anciano, que con mirada inquisitiva, alzó una ceja.

_ ¿Irregularidad?

Tigre asintió e indicó con su cabeza el informe.

_ Tratándose de algo delicado pensé que lo mejor sería escribirlo.

Incluso Tigre, un capitán con años de experiencia al servicio del Hokage, había encontrado difícil el describir lo que sus ojos y los de su cuadrilla habían presenciado. Tal vez delicado no fuera la mejor palabra.

Inesperado sería una mejor descripción. No porque fuera incomprensible, sino porque era una situación que, teniendo en cuenta los antecedentes de los blancos que observaban, no podía juzgarse por lo que habían apreciado a simple vista.

Sarutobi desenrolló el pergamino y sus pupilas barrieron el informe rápidamente. Los años no habían afectado su sentido de la vista y esa era una de las cosas por las que estaba muy agradecido. Sin embargo, pensó que estaba leyendo mal cuando aquellas palabras cobraron sentido en su cabeza. Levantó la vista hacia los ANBU, como si buscara confirmación de lo que acaba de leer. Y, en efecto, el capitán asintió. Tigre no tenía razón alguna para mentir sobre el asunto. Su compromiso y mayor misión desde que se había convertido en ninja había sido servir al Hokage y proteger la aldea con el uso de sus habilidades. Sus otros compañeros, Búho, Gato y Halcón seguramente tenían los mismos objetivos.

Sarutobi indicó con un momento de cabeza que se retiraran, y los ANBU desaparecieron en cuatro bolas de humo al mismo tiempo. Continuarían su misión de espionaje.

Sandaime largó un suspiro. Era cierto que Naruto le había dicho que él mismo se encargaría de proteger y vigilar a Sasuke, pero eso nunca quiso decir que dejaría de mantener un ojo sobre ellos. Y como no podía "observarlos" constantemente por su bola de cristal debido a la terrible cantidad de papeleo y trabajo que tenía a cuestas, no había tenido otra opción sino delegar la misión en un grupo de profesionales.

Bien... Ahora, ¿qué se suponía que debía hacer con esa información?

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_ Ustedes dos, vayan a tomar un descanso. Los quiero de vuelta en tres horas.

Búho y Gato asintieron. Sus presencias se esfumaron del aire.

El cielo está en tus ojos (NaruSasu)Where stories live. Discover now