Capítulo XX

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El cielo está en tus ojos

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Capítulo XX

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El techo era blanco, como un lienzo sin pintar. Cambiaba de color con la luz de la ventana de cristal cerrada. Primero gris, luego el ambarino claro del amanecer.

Cortinas blancas. Una cama metálica. Paredes como páginas de un libro que cuenta historias con tinta invisible. Decenas de personas, decenas de heridas y dolores y muertes han sido atestiguadas por esas paredes.

Hacía más de un año que Sasuke no estaba en un hospital.

Pero no estaba solo.

Parpadeó un par de veces y giró la cabeza hacia la derecha. Justo a un metro de la ventana sentado en una silla estaba Kakashi. ¿En qué momento había entrado? Tras unos segundos pareció darse cuenta de que el pelinegro había abierto los ojos.

Aunque había estado despierto desde mucho antes.

_ ¿Sasuke?

_ Hn.

La confirmación hizo que el peliplateado se levantara y fuera hacia donde estaba acostado en la cama. Tenía el sharingan descubierto y con su afilada mirada le examinaba detenidamente. Cuando la vista del jounin se detuvo en su cuello Sasuke alzó una mano y notó que estaba envuelto en vendaje. Estrechó el entrecejo y se sentó con lentitud.

Kakashi no demoró en explicarle, una mano en el bolsillo mientras que con la otra sostenía su libro cerrado.

_ Mientras estuviste inconsciente te pusimos un sello que limitará la activación del otro. La piel está mayormente curada pero es mejor cubrirla por un tiempo.

Su cerebro registró esa información con lentitud. Ah, el sello. Recolectó los recuerdos de los eventos más recientes como si encajara las piezas de un rompecabezas desperdigado por el suelo. Sus ojos se abrieron poco a poco hasta que encajó su vista en la nada desmesuradamente cuando la última pieza del puzzle tomó su lugar. El corazón saltó en su pecho como si fuera a escapársele de entre sus costillas.

_ Naruto. – profirió con voz estrangulada. Paralizado, el oxígeno huyo de sus pulmones con temor. La imagen de aquellos ojos plagados de roja furia, y luego su cuerpo retorciéndose en el suelo, la agonía, la impotencia-

¿Qué había pasado con él? ¿Dónde estaba? ¿Estaba...?

¿Estaba...?

Se le heló la sangre.

Casi no registró la voz del jounin; había dejado de respirar.

_ Está en otro piso del hospital. No corre peligro. – El peliplateado puso una mano en su hombro, y el toque repentino lo sacó del aterrado shock – Todo está bien, Sasuke. – Dijo con firmeza, apretando un poco el agarre en su hombro – Los dos están a salvo.

Sin darse cuenta había agarrado la sábana que lo cubría en puños temblorosos. El tacto y las palabras de Kakashi lo forzaron a regresar al presente, y se obligó a respirar.

Mareado, cansado y hambriento, se recostó al cabezal metálico de la cama con una almohada que el sensei le puso sin decir una palabra. Sasuke no le dio las gracias. Recuerdos, pensamientos y pesadillas bullían en su mente, revueltas en un caldero negro y burbujeante por una malévola sonrisa. Apretó los párpados y respiró profundamente cinco veces hasta que pudo calmarse.

El cielo está en tus ojos (NaruSasu)Where stories live. Discover now