Capítulo XXII

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El cielo está en tus ojos

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Capítulo XXII

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_ Katon: Gokyaku no Jutsu!

El fuego barrió sobre el campo como una ola, y derritió la nieve que se había apelmazado sobre sobre la tierra durante los últimos días. Sasuke tosió un par de veces, y su aliento parecía más humo que otra cosa. Frunció el ceño y chasqueó la lengua, pero no volvió a intentarlo.

No podía.

_ Hm... - Kakashi observaba con atención el entrenamiento. Naruto, que había estado hasta ese momento de brazos cruzados detrás del pelinegro, trotó hacia donde estaba el sensei, un gesto cuestionador en su rostro.

_ Kakashi-sensei, ese katon de ahora... ¿No crees que...? – Era raro ver a Naruto sin su usual sonrisa, su semblante contaminado por una inquietud que no podía esconder. Por el rabillo del ojo Kakashi vio que Sasuke volteó el rostro y les dio la espalda a ambos, molesto. Por supuesto que los podía escuchar. Por supuesto que le irritaba ser objeto de tanta preocupación.

El peliplata suspiró, y cabeceó en señal de asentimiento. Ambos se voltearon hacia Sasuke, que en medio del campo de entrenamiento parecía estar a punto de que se le doblaran las rodillas.

Llevaban en eso una hora y media, sin hacer caso a la presión del frío ni a las ráfagas invernales que atravesaban el área de entrenamiento como el suspiro feroz de un gigante.

_ Sí. El rango de ese ataque debería ser mayor.

Naruto chasqueó la lengua.

_ Es ese asqueroso sello, ¡maldita sea!

Kakashi colocó una mano sobre su hombro en un intento de confortarlo. El rubio estrechó los ojos, una sensación incómoda en su pecho, y bajó la cabeza. Si no hubiera sido por la insistencia de Sasuke no hubieran llamado a Kakashi para entrenar. Naruto había querido evitarle la frustración que sentiría. Era lo mismo que le había pasado a él: A la edad de Sasuke él no era tan fuerte como el menor, y aun así la impotencia le había hecho romper la piel de sus nudillos al golpear la pared una y otra vez, como si eso fuera a regresarle la fuerza de alguna manera.

_ Sólo necesita acostumbrarse y entrenar más, Naruto. No te preocupes.

El rubio levantó la mirada hacia el chico pelinegro, que se disponía a empezar otro jutsu. Desde ahí podía ver su ceño fruncido y la línea determinada de su boca. Sintió el impulso de decirle que no lo hiciera, que se tomara un descanso, pero la última vez que había sugerido eso Sasuke, casi literalmente, lo había mandado a la mierda.

También podía ver lo acelerada que estaba su respiración, y el cómo sus manos temblaban a veces; como si fuera la primera vez que realmente usaba su cuerpo después de mucho tiempo.

Naruto apretó los puños y los presionó contra sus costados.

_ ¿Cómo quiere que no me preocupe, Kakashi-sensei!? Ese maldito- Tsk, la próxima vez que lo vea le voy a arrancar los ojos-

_ Lo que puedes hacer ahora es estar a su lado, Naruto. Aconséjalo y ayúdalo. Sólo eso puedes hacer ahora.

Naruto miró a su ex-sensei. La seriedad de sus ojos hizo que todo lo que tenía que decir se esfumara del aire.

El cielo está en tus ojos (NaruSasu)Where stories live. Discover now