XXIX

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Magnus estaba sentado en una butaca, encima de Alec, apoyado en su hombro. El nefilim le recorría la espalda con su mano dándole caricias. Delante de ellos, en la gran mesa de la biblioteca, estaban sentados Jace y Clary junto a Serena, que esta estaba sentada al lado de Scott, situado al lado de Tessa y Jem y delante de Dean, con su madre y su padre. A los extremos de la mesa estaban Jocelyn y Luke, y en el otro extremo Maryse y Robert Lightwood. Magnus aun no había pronunciado palabra, estaba totalmente absorto en sus pensamientos, y prestando toda su atención al olor de Alec, y a sus caricias que otra cosa. Iban mirándose el uno al otro sin decir nada, hasta que se abrió la puerta de la biblioteca con Will y los chicos detrás de ella. El moreno asiático corrió hasta llegar a Dean. Este le abrazaba con todas sus fuerzas y se sentó en la falda del chico colocando, Will, su cabeza en el hombro de su chico. Serena los miraba, Will andaba preocupado por su mejor amigo, por su parabatai, tanto como lo estaba ella por Scott. La chica había cogido la mano del mundano con todas sus fuerzas, e incluso se la apoyó en su rodilla y empezaron a caer, poco a poco, las pocas lágrimas que salían de sus ojos. Nadie sabía lo que les esperaba, pero a todos les había recorrido un escalofrío por el cuerpo. Ahora ya estaban todos; todos los nefilims que habían llegado desde diferentes institutos se habían sentado por diferentes butacas de la sala, hasta haberlos llevado al lado del brujo. Magnus, se levantó y se colocó en frente de todos, en el centro del circulo que habían formado todos los nefilims.

- Ahora que ya estamos todos, creo que debería empezar la explicación. - Dijo el brujo con las manos en los bolsillos.

Magnus llevaba unos pantalones tejanos y una camiseta verde pistacho brillante. El pelo lo llevaba aun lleno de purpurina, y sus ojos amarillos gatunos, brillaban con tristeza. Alec, con su traje de combate, se sentó bien en el asiento, y entrelazo sus dedos mientras miraba como su chico daba vueltas por el pequeño círculo.

- Empecemos por el principio, ¿os parece? - Comentó. - Encontramos hadas y brujos muertos entre Los Ángeles y Nueva York, y más tarde vemos a Lilith con un ejercito de humanos en el terrado de un instituto mundano donde, precisamente, estudian dos de los nuestro y el mejor amigo de ellos, el cual tienen atado en una cruz. - Carraspeó su garganta y siguió con su explicación. - Nunca nos paramos a pensar como Lilith y compañía volvieron a la vida, así que investigué. Un brujo, un brujo les ayudó a volver a la vida, y por lo que veo, todo lo que han hecho desde entonces ha sido una farsa, una pantalla de humo.

- ¿Cómo que una pantalla de humo? - Preguntó uno de los nefilims.

- Nos querían despistar. - Afirmó el brujo.

- Pero, ¿para qué? y además, ¿qué brujo les ayudaría? - Preguntó Luke.

- Bueno, eso viene ahora. - Dijo Magnus. - Todo lo que han hecho ha sido para llamar nuestra atención, y cuando la han tenido nos han ido despistando, pero no nos habíamos dado cuenta, que lo primero, lo primero que encontramos era un punto clave. Esas muertes no fueron en vano para ellos, eso era lo que debían hacer para ser libres.

Serena soltó la mano de Scott y esta cayó al lado de su torso. Apretó las manos en un puño y siguió mirando al brujo. Scott miraba a Serena mientras esta miraba a su parabatai que estaba nervioso. Sostenía a Will con todas sus fuerzas, marcándosele así todas sus venas por el cuerpo. Jace miraba, también a su hija, tenía ganas de abrazarla y dejar que llorara en su hombro, pero siguió escuchando a su amigo.

- ¿Libres de qué? - Preguntó, entonces, Jocelyn avanzando uno pasos.

- Libres del brujo que les manipula, y la única manera que tienen para ser libres es morir.

Todos se levantaron de sus asientos, entre gritos y gritos. Simon había cogido a Dean por el brazo cuando este intentó tirar a Will de su falda por el enfado que pasaba por todo su cuerpo. Scott no entendía nada, pero su cuerpo se había tensado al oír la información, y al ver que Jem y Tessa se miraban entre ellos. Ninguno de los tres que estaban involucrados sabía nada, no entendían nada, y menos, porque los habían llamado para reunirse, justo en el momento que habían encontrado más sangre. Scott había estado estudiando para ascender, y en tres meses iba hacerlo e incluso iban a casarse. Los Lightwood  se miraban entre ellos, ya habían adivinado por donde tiraban los tiros. Jocelyn y Luke se habían colocado detrás de Jace y Clary, mientras los demás no se habían movido de su sitio.

- ¿Cómo van a morir? - Intervino Scott con un nudo en la garganta.

Serena le volvió a mirar, todos estaban esperando aquella respuesta, pero tanto Scott como Dean y como ella misma, sabían la respuesta por aquella mirada que les había lanzado Magnus.

- Al principio pensé que solo querían canalizar su poder pero me equivocaba, había algo más que no encontraba, algo más que no veía. - Dijo tristemente. - Hasta que vinisteis con la información de la sangre en el bosque.

- ¿Pero que están haciendo? - Preguntó Alec.

- Quieren los cuerpos de ellos tres. - Nos señaló Magnus a Serena, Scott y a Dean. - Quieren cambiar sus cuerpos.

Los tres señalados se levantaron de sus asientos. Dean tiró a Will al suelo al levantarse y se acercó a su tío con sus dos amigos detrás de él. Se colocaron en círculo alrededor del brujo, y Serena, sin poder contener sus lágrimas empezó a llorar.

- ¿Pero qué culpa tenemos nosotros?

- Ellos necesitan tres cuerpos, el de una chica y dos chicos, y vosotros erais perfectos para eso, pero solo si Scott ascendía. - Terminó el brujo.

Scott cayó al suelo al oír que él era la última pieza del puzzle. Serena caminó lentamente hasta su lado y se sentó junto a él, mientras que Dean se quedaba inmóvil en el sitio. Tessa y Jem se levantaron corriendo de la mesa y corriendo hacia al lado del chico al que iban adoptar. Estaban atentos a las palabras del chico en cuanto estuvieron todos alrededor de los tres chicos.

- Con Scott ascienda, ellos no tardaran en cogeros una vez más. - Dijo finalmente.

Serena se levantó, soltándole la mano a su madre, y se giró hacia sus amigos lo más seria posible.

- Entonces, tendremos que enfrentarnos antes a ellos. - Dijo la chica con una sonrisa en la cara.

Serena sonreía mientras miraba a sus amigos. Pensaba en coger un arma, la que fuera, y clavársela a Sebastian, o a Valentine, en el corazón por lo que habían hecho, y más cuando habían estado siguiéndolos y estudiándolos. Si necesitaban a Scott para eso, era porque desde el principio habían sabido lo que él sentía por ella, y lo que ella sentía por él, aunque ni ella misma lo supiera hasta el momento en que casi lo matan. Habían estado al acecho desde el primer momento, desde el primer instante, y ninguno de ellos se había dado cuenta de que habían estado vigilados durante tanto tiempo. El collar de Isabelle se encendió y empezó a quemarle la clavícula, en señal de que un demonio había entrado.

- Chicos, problemas. - Dijo está avisando a los demás.

Jem y Tessa cogieron a Scott por el brazo, pero este se soltó de ellos con un ágil movimiento, mientras los demás cogían sus armas. Dean tenía su arco en posición, mientras que Serena y su padre habían cogido unos cuantos cuchillos serafines y los habían empuñado mirando hacia la puerta.

- Están aquí. - Dijo Clary con voz ronca.

Tragaron saliva y la puerta se abrió de par en par dejando ver tres figuras en ella. Había dos hombres, uno a cada extremo, mientras que una figura femenina se situaba en el centro de ellos algo más avanzada. Caminaron, los tres, hasta el centro de la sala, mientras mantenían su mirada fija en los chicos. Scott estaba detrás de Serena, mientras ella se había colocado a unos pasos más atrás que sus padres y los de Dean. Sebastian fue el primero en avanzar y en llegar hasta su hermana. Esta reculó unos pasos y se puso detrás de Jace y de Simon, mientras que Isabelle avanzó aquellos pasos que la pelirroja reculó.

- ¿Qué hacéis aquí? - Preguntó Luke.

- Cállate lobito. - Le ordenó Valentine.

- Volveré a preguntar yo, ¿qué hacéis aquí? - Dijo Jocelyn.

- Solo a avisaros de que estamos preparados. - Dijo Lilith con una sonrisa.

Cazadores de Sombras: Ciudad del Infierno InfinitoWhere stories live. Discover now