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Serena y Dean entraron por la puerta del instituto al mediodía, con mochilas y totalmente abrigados. Ella iba en tejanos pitillo, y camiseta de manga larga dorada que le decubría un hombro, con botas negras. Él, en cambio, iba en tejanos y sudadera azul. Ambos con mochilas negras y sin dibujo alguno. Iglesia les estaba esperando en la puerta. Los dos chicos se miraron entre ellos, y luego miran al gato que empieza a caminar en dirección a la biblioteca. Al llegar y abrir la puerta se percataron que había muchos cazadores a parte de la familia de ambos.

Encontraron a desconocidos o que habían visto alguna vez a través de fotografías. Iglesia había desaparecido. En ese instante se percataron que sus padres estaban en la mesa de enmedio de la sala. Caminaron hasta ellos y vieron a muchos cazadores alrededor de ellos, todos observando unas fotografias de encima del mueble.

- Mamá ¿qué ocurre? - Preguntó Serena al ver a su madre con ojos brillantes.

Todos alzaron la cabeza al oírla.

- Serena, que pronto habeís llegado. - Comentó ella.

Dean se había hecho un hueco entre los cazadores que tenía delante, mientras observaba las fotografías con atención.

- Estos son magos y hadas muertos, y de la manera más macabra que he visto nunca.

Serena apartó a la gente a manotazos para poder llegar donde estaba su chico. Se quedó mirando las fotografías horrorizada.

- ¿Qué demonios es esto?

En ese momento apareció Jace, el padre de ella, y se colocó al lado del muchacho.

- Hemos encontrado a cinco brujos muertos en las calles de Nueva York, y cinco hadas en las calles de Los Angeles.

- ¡Por el Ángel! - Gritó la muchacha.

Clary e Izzie cogieron a sus hijos y se los llevaron, de repente, a un lugar más privado para poder hablar.

- Dean, tanto tu padre como yo, y tus tíos nos vamos a ir a examinar la zona donde se han encontrado los cuerpos, Jace y Clary, también vienen. Quedaos aquí con los abuelos de Serena y los demás chicos. Portaos bien y no hagaís ninguna tontería. - Dijo Izzie cogiendo a su hijo por los hombros.

- Pero... por el ángel, nosotros queremos ir. - Se quejó el muchacho antes de darle la mano a su chica.

- Serena, por favor, comportaos y no salgaís del instituto. - Suplicó Clary mirando a su hija.

La chica miró a su madre con rabia. No entendía porqué no les dejaban salir, ya eran mayorcitos, en pocos meses harían la mayoría de edad, y a parte ella era la segunda mejor cazadora gracias al entretenimiento de su padre.

- Hemos decidido que no venís, y no venís. - Dijo una voz masculina por detrás de ellos.

Dean se giró de golpe al oír aquella voz.

- Papá, pero...

- Hemos dicho que no. - Concluyó el padre del chico.

Los dos adolescente se quedaron perplejos y decepcionados al oír las palabras de sus padres. Clary e Izzie les dieron un beso a sus hijos y salieron corriendo por la puerta en compañia de Simon y Jace. Los dos chicos se quedaron inmoviles en la sala, envueltos por cazadores de sombras que no conocían y por chicos de su misma edad, que por lo que parecía no se percataban de su existencia, miraban libros o intentaban copiar en su piel runas que observaban en los libros.

- Dean, sabes que yo no me quedaré aquí quieta ¿verdad?

El chico la miró y asintío.

*  *  *

Clary, Jace, Izzie y Simon iban corriendo por las calles de la ciudad al encuentro del mago y el nefilim con los que habían quedado para investigar las muertes de los brujos. Los cuatro iban vestidos con sus trajes de lucha y con armas, ya que no sabían que podían encontrarse por el camino.

- ¿Por qué correis tanto? - Les inquirió el gran brujo de Brooklyn.

Los cuatro se pararon en seco y se giraron rapidamente.

- Magnus Bane. - Dijo Jace al ver al novio de su Parabatai. - ¿Y Alec?

El brujo iba vestido de colores escandalosos. Llevaba un pantalón pitillo azul claro, y una camisa blanca. Abrigado con una chaqueta de color violeta oscuro y con purpurina.

- Ahora viene, ha ido a buscar alguna armas.

Los cinco esperaron a que volveira el chico Lightwood, y cuando apareció, le vieron caragado de flechas y de cuchillos, junto a su arco.

- ¿Dónde encontraron los cuerpos? - Preguntó al llegar.

- Oye, antes podrías saludar a tu Parabatai ¿no crees? - Comenta Jace mirando con mala gana a su amigo. - Hace tiempo que no nos vemos.

- No te dirá nada, si hasta de su hermana pasa. - Interviene Izzie mirando a su hermano mayor.

- Vale, tranquilos, dejemos el tema, ya lo discutiremos cuando todo esté arreglado. - Comentó Simon. ¿Donde tenemos que ir?

Clary y Jace se miran inquietos. La respuesta les dolía a ambos, y en cuanto Izzie y Simon se enteraron, les cayó el mundo encima.

- Al instituto de nuestros hijos. - Informó Jace.

Cazadores de Sombras: Ciudad del Infierno InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora