Drabbles KakaSaku (bjo-ks)

Cuando las cosas no son fáciles

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Cuando nadie miraba le gustaba caminar a su lado y dejar que su mano rozara la de él. Pero eso cuando nadie miraba.

Cuando le curaba alguna herida le gustaba tocar su piel en una suave caricia reparadora. Aunque el chakra no necesitara de contacto ninguno para conseguir sanar.

Cuando todos los demás dormían siempre se sentaba a su lado con la excusa de que era el mejor sitio. Pero no hacían falta excusas, todos los demás dormían.

Cuando él la acariciaba disimuladamente delante de otros siempre quería que la tierra se la tragara. Aunque nunca sucedía y su rubor no era nada discreto.

Cuando todo el mundo lo descubrió le habría gustado que hubiera sido de otro modo, que lo aceptaran. Sin embargo daba igual si lo aceptaban, merecía la pena a cambio de unas cuantas miradas.

Cuando decidieron que ya no era necesario ocultarlo habría querido no decidirlo. Echaría de menos que él la arrastrara hasta un sitio oculto para besarla.

Cuando él la besaba en público siempre cerraba los ojos para imaginar que estaban solos. Sin esas miradas que la juzgaban por atreverse a intentarlo.

Cuando se lo contó a Naruto habría preferido que el chico no hubiera puesto esa mueca desconcertante. Por suerte esa mueca había sido sólo una primera impresión.

Cuando se enteró Tsunade le pidió a él que la mandará unos días de misión, hasta que se calmaran los ánimos. Pero él se negó sugiriendo que hablara con su mentora para cambiarle ella misma los ánimos.

Cuando todo el mundo empezó a aceptarlo, ella hubiera preferido que siguieran sin hacerlo. Tener que contar cómo empezó todo era peor que las miradas enjuiciadoras.

Cuando aceptó irse a vivir con él no había pensado que una mudanza fuera tan evocadora. Empacar una vida llena de errores y arrepentimientos nunca debería serlo, debería dejarse en el pasado.

Cuando decidió dar el siguiente paso y aceptar su propuesta de matrimonio, no pensó que todo lo anterior había sido muy sencillo en comparación con organizar la boda del Hokage.

Cuando dio el sí quiero, sintió que todo lo anterior había sido fácil, pero que lo que estaba por venir estaba chupado.

Cuando tuvo que salir corriendo tras un pequeño de tres años que sujetaba un kunai persiguiendo a Pakkun, pensó que nada podía ser más fácil.

Quizás confundía la facilidad con la felicidad.

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