29 de Noviembre

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Calle Ficticia, 1

Bath

29 de noviembre

Hola, Stuart:

Oigo el golpeteo del granizo cayendo en el tejado y si en Texas eso no pasa, imagínate el cielo vaciando su congelador. La araña se debe de estar preguntando qué demonios pasa. Se ha plantado en el centro de su telaraña vacía con esas patas negras como el carbón y tengo la extraña sensación de que me está mirando. Seguramente por la ropa que llevo. Un gorro de lana morado y una bufanda encima de la bata, y en los pies las botas de montaña de mi madre. Lo he encontrado todo aquí, o sea que Dot debe de haber estado jugando a exploradores, porque este cobertizo lo usa de casita de juegos. Me he puesto la chaqueta de mi padre por encima de las piernas como si fuera una colcha y aquí debajo me siento segura, a resguardo de la lluvia y del viento y de la mano que iba desapareciendo y también del grito de Sandra, que anoche por primera vez se metió en mis sueños.

Haría lo que fuera por olvidar. Lo que fuera. Comerme la araña, o salir desnuda al tejado del cobertizo, o montañas de deberes de matemáticas durante el resto de mi vida. Lo que hiciera falta para borrármelo todo del cerebro igual que se hace con los ordenadores, apretando un botón para eliminar las imágenes y las palabras y las mentiras, que están justo a punto de empezar en el siguiente parte de mi historia.


Nubes de KétchupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora