1 de Enero

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Calle Ficticia, 1

Bath

1 de enero

Hola, Stuart:

Bueno, iba a levantar mi vaso de agua para brindar y desearte un feliz Año Nuevo y todo lo demás, pero puede que eso no sea lo más adecuado. Lo más probable es que los reclusos en la cárcel no os quedéis despiertos esperando a que den las doce como el resto del mundo, porque allí no hay nada que celebrar. Normalmente, el 31 de diciembre la gente piensa en las cosas buenas que ha hecho en el año que se va y en lo que se han divertido, para desear lo mismo para el que viene, por ejemplo, acabar el instituto o aprender a conducir o entrar en la universidad o lo que sea. Pero por lo que yo sé, los presos no tienen nada por lo que emocionarse, a menos que la gente del Corredor de la Muerte brinden al dar las doce porque están un paso más cerca de su ejecución. O a lo mejor levantan los brazos de alegría porque tienen en su haber un año más, un año con el que no contaban, porque vivir en un sitio del tamaño de este cobertizo sigue siendo mejor que no vivir.

Qué triste es eso, Stuart, y para serte sincera en cierto modo me recuerda a Canción de Navidad. Si nunca has leído a Dickens ni has visto la versión de los Teleñecos, déjame que te explique que Bob Cratchit era un hombre muy pobre y su familia no podía permitirse más que el más escuálido ganso victoriano para el 25 de diciembre, pero sus hijos lo contemplaban como si fuera un ave enorme de gordas carnes blancas del que podrían comer durante semanas, y aplaudieron cuando lo vieron llegar a la mesa. Ese aplauso parecía un poco excesivo para lo que en realidad tenían delante, y sería exactamente lo mismo que tú con tu mono naranja estuvieras brindando y cantando Auld Lang Syne, celebrando el minúsculo atisbo de vida que se puede vivir en una celda.

Por si te lo estás preguntando, te diré que auld lang syne en escocés significa «por los buenos tiempos» según mi profesora de Geografía, y ella lo debe de saber, porque su plato preferido es el embutido escocés de vísceras de cordero. Nosotros la cantamos en recuerdo de los buenos tiempos que hemos pasado con gente que ya no está, cosa que resulta mucho más agradable que lo que yo había interpretado al principio. Lauren me dijo cuál es la letra de verdad hace ahora un año, y yo creo que por ahí es por donde vamos a empezar esta noche, por las risas que se echó al darse cuenta de que yo no había pillado bien la letra y me creía que todo el mundo celebraba el fin de año cantando sobre la mala vista de un jubilado.


Nubes de KétchupWhere stories live. Discover now