Capítulo 35 [Final]

149K 7.8K 3.8K
                                    

[En Multimedia: "Bienvenido a nuestra boda", con cariño Isabella y Joseph]

Dedicación especial: A Dimas Damián Dutary, quien me hizo parte de su equipo hace mucho tiempo. Y a todos los que han leído hasta aquí, porque llenaron de júbilo mi corazón.

Y para cerrar con broche de oro, un capítulo muuuy largo. Confieso que tuve una pequeña lucha interna sobre si debía partirlo en dos, pero al final decidí publicarlo tal cual. Léelo a tu propio ritmo y recuerda: va con todo mi amor, como siempre.

¡Gracias por llegar hasta aquí! <3

----

Estar de esa manera con Matt fue extrañamente hermoso.

No fue como ver un atardecer en paracaídas, pero fue igual de emocionante. No fue como cenar en la zona más peligrosa de la 'Aguja Espacial' durante una noche estrellada, pero fue igual de romántico.

No fue como atacarnos el uno al otro compitiendo por el liderazgo en la tabla de puntuaciones ficticia, pero fue igual de divertido.

Cuando la magia terminó y pudimos volver a la realidad, me miró a los ojos y susurró despacio: «¿Por qué no me contaste?». Y yo, sabiendo exactamente a qué se refería —porque los chicos se dan cuenta—, le respondí: «No puedes dárselo a cualquiera, es más serio que un primer beso». Terminó por sonreír y preguntar: «¿Cómo sabes que no soy cualquiera?», a lo que sin titubear respondí: «Porque te aseguraste de que nos quisiéramos primero»

Para mí, esa noche no "hicimos el amor" —como le llaman en las terribles películas de romance—, porque el amor no se hace, ni se piensa. Incluso decirlo es dudoso. El amor se siente y punto.

Esa noche solo nos amamos. Sin prisa, con dedicación, abandonándonos en nuestro pequeño universo y mezclando nuestros sentimientos con el silencio apacible que abundaba en su habitación.

-----

Matt mantiene los párpados cerrados. La lobreguez en su habitación hace que me cueste confirmarlo, pero si los tuviera abiertos podría percibir el brillo de su oceánico iris. Situación que no está sucediendo mientras estoy acostada a su lado.

—¿Estás despierto?—rompo el silencio.

Demora en responder.

—Sí...

—Si estás despierto, ¿por qué tienes los ojos cerrados?

Si hay algo en este mundo que jamás lograré entender, es por qué la gente cierra sus ojos si no va a dormir. La frase "descansar la vista", debería ser erradicada. Para mí la hora de dormir es sagrada, o cierras los ojos porque vas a disfrutar de ella, o no los cierras y punto.

—No sé—ríe—. Solo los tengo cerrados.

—¿Te das cuenta de cuán ridículo suena eso?—refuto—. Es absurdo que alguien que no esté durmiendo o pensando en dormir, cierre los ojos.

—Si solo cierras los ojos cuando vas a dormir, ¿por qué los cierras también cuando me besas?—contraataca—. ¿Eso también es absurdo para ti?

Me callo. De acuerdo, punto para Sinclair.

—Se siente más cuando los cierras, pero si no es para dormir o besar, ¿por qué cerrar los ojos?—no pretendo perder igual—. Te pierdes de lo que está sucediendo enfrente tuyo. Es solo mirar un fondo negro. Y el negro es de lo más aburrido. El negro ni siquiera es un color, es ausencia de luz. Es la percepción visual de máxima oscuridad, algo totalmente deprimente. De verdad la gente no debería...

Factura al corazón © DISPONIBLE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora